stay with me [Remus Lupin]

-58- HORROCRUXES

Narrador omnisciente

El encantamiento explosivo Bombarda es un encantamiento que detona una pequeña explosión.

Albus Dumbledore y sus aurores lo acababan de utilizar para tirar abajo la puerta de la mansión Wilson. Hace una hora habían encontrado la carta que llevó a los gemelos hasta su hogar.

Ellos supieron que era una trampa al instante, pues solo una hora después de que los gemelos huyeran de Hogwarts Víctor y Frank llegaron al castillo sanos y salvos gracias al esfuerzo de Aberforth Dumbledore y Alastor Moody.

Claro que, al llegar se encontraron con la peor de las escenas.

Vieron como una luz verde escarlata inundó la habitación del pasadizo al que estaban a punto de entrar mientras gritos desgarradores se oían por toda la casa.

Bajaron lo más rápido que pudieron y al llegar, Fabián Wilson estaba muerto.

Ada y Ben Wilson estaban en el suelo, destrozados y sin moverse un solo centímetro. Estaban en shock.

Al notar el encantamiento sobre su estudiante, Albus movió su varita y las cuerdas que ataban a Ben desaparecieron.

Una vez más el director hizo un movimiento con su varita y las cadenas que ataban a Fabián también desaparecieron, haciendo al hombre caer completamente inerte al suelo.

La profesora Mcgonagall se acercó a ambos jóvenes que desde su posición veían el cuerpo sin vida de su padre, pero cuando estuvo a punto de tocar sus hombros, Ada se acercó arrastrándose hacia Fabián.

Tomó el cuerpo de su padre entre sus brazos y lo abrazó con fuerza mientras lloraba y se aferraba a él como si quisiera sentir aunque sea un débil latido de su corazón.

Por un segundo Ada alejó el cuerpo de su padre. Con delicadeza quitó algunos cabellos que caían sobre el rostro de Fabián y con atención miró cada rasgo de su padre.

Se veía cansado. Lucía triste, aunque sus ojos estuvieran cerrados.

Ada volvió a abrazarlo y mientras mecía su cuerpo dijo:

-Por favor perdóname.- la escucharon todos.- Perdón por no darme cuenta antes.

Y nuevamente sus llantos eran lo único que se escuchaba.

Ben estaba inmóvil. Parecía que aún tenía cuerdas atando su cuerpo porque no se movía ni un centímetro.

Veía a su hermana destrozada, después veía a su padre muerto y finalmente la imagen y la voz de Leticia lanzando la maldición imperdonable volvía a su mente una y otra vez.

No había hecho nada, pensó. Lo habían capturado como a un animal y no había hecho nada para defender a su familia. Vio todo pasar frente a sus ojos sin poder hacer nada y eso... Sabía que eso no se lo iba a perdonar nunca.

Y no tenía derecho a llorar. No iba a darse ese lujo. No después de haber dejado a su hermana defenderse sola y a su padre... Él lo había dejado morir.

Todos los que allí estaban, Albus, Alice, Kingsley y Minerva sentían lástima por los gemelos.

Ver a Ada aferrada con esa fuerza al cuerpo de su padre mientras lloraba hasta quedarse sin aliento los hacía sentir culpables por no haber llegado más pronto.

Y ver a Ben Wilson tan inmóvil, tan perturbado y con una mirada tan culpable los hacía sentir preocupación y dolor.

-Papá, vuelve con nosotros por favor.- decía Ada.- Eres lo único que tenemos.

A Minerva le tomó mucho tiempo poder alejar a Ada del cuerpo de Fabián. La joven se rehusaba a soltarlo porque eso significaba perderlo para siempre.

A Albus también le llevó tiempo lograr que Ben se pusiera de pie. El joven no quería moverse, lo único que el quería era morir junto a su padre.