Me encontraba en la biblioteca de la escuela, sumergida en las páginas de mi libro favorito, cuando algo interrumpió mi concentración. Mi mente, habitualmente absorta en las palabras escritas, se desvió al ver una figura que se había adentrado en el rincón de la biblioteca donde yo solía refugiarme.Era él. Vestido completamente de negro, un color que siempre había considerado mi favorito, y con el cabello despeinado que parecía desafiar las reglas del orden. Mi corazón se aceleró al instante. La imagen que tenía frente a mí era un reflejo casi perfecto de mi personaje literario favorito: ambos compartían el cabello negro azabache y la piel blanca casi pálida. Su sonrisa, aunque fugaz, era encantadora, y sus ojos, de un color que parecía combinar tonos de gris y ámbar , capturaron mi atención de manera casi hipnótica.
En ese momento, mi mundo pareció ralentizarse. Intenté enfocarme de nuevo en mi libro, pero el rostro de aquel desconocido seguía apareciendo en mi mente. Su presencia era tan cautivadora que me resultaba difícil pensar en otra cosa. A cada minuto que pasaba, me preguntaba cómo podría acercarme a él sin parecer demasiado intrusiva.
Finalmente, cuando me di cuenta de que había llegado el momento de salir de la biblioteca, reuní todo el valor que me quedaba. Tomé una respiración profunda y me dirigí hacia la salida, con la esperanza de no llamar su atención. En el último instante, me giré hacia él, intentando hacer que mi adiós pareciera casual.
—Adiós —dije con una voz que apenas era un susurro. Sentí que mis mejillas se sonrojaban mientras me apresuraba a salir de la biblioteca.
Esperé con el corazón en la garganta, temiendo que él hubiera notado mi nerviosismo, pero al parecer, no hubo ninguna reacción significativa de su parte. Salí de allí, intentando calmar el tumulto de emociones que me había invadido.
Mientras caminaba por el pasillo, me preguntaba si alguna vez volvería a verlo. Aquel breve encuentro había dejado una marca en mí que no podría olvidar fácilmente. No sabía qué le depararía el futuro, pero el simple hecho de haberlo visto era suficiente para que mi mente siguiera dando vueltas sobre lo que podría haber sido.
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El Secreto De Tus Ojos
Teen FictionSus ojos esos ojos que me hipnotizaban,esos que busqué y no encontré en nadie más, solo en el, los mismos que amé y traté de no recordar, esos ojos de los que me enamore, pero ellos no estaban enamorados de los míos.