Hacia la mansión, en la calle una enorme nube de polvo se elevaba detrás de un coche a gran velocidad. Esteban sonrió feliz mientras hablaba con su hermano por teléfono.
Leonardo: Estoy muy feliz de que hayas vuelto hermano - dijo en videollamada - ¡Tu madre preparó una gran cena para tu regreso!
Esteban: Mi madre siempre era exagerada con todo, no hacía falta - sonrió como un tonto - ¿¡No te imaginas lo que me pasó hoy!?
Leonardo: ¡Dime!
Estaban: Conocí a una chica... joven, muy hermosa... Quizás la más guapa mexicana - riendo -
Leonardo: Esteban, estás comprometido - lo regañó - Mariana debería llegar pronto, ¡no desperdicies años de tu vida!
Esteban: Mariana tardará un poco - sonríe con picardía - Hasta entonces, puedo divertirme, ¿no?
Leonardo: Alguien podría salir lastimado en esta historia.
Esteban: ¡Ese alguien no seré yo!
Los camiones para transportar los aguacates acababan de llegar a la hacienda, pero la cosecha que había comenzado por la mañana todavía estaba en pleno apogeo. Ricardo caminaba entre los aguacateros montado en su caballo.
Ricardo (Eduardo Santamarina): ¿Oye, Ramiro? - dice mientras se baja del caballo - Necesito tu atención en la mansión - se acerca al peatón - ¡esos novatos no saben hacer nada bien!
Ramiro: Señor, de ninguna manera. Hoy es día de carga – se cruza de brazos – ¡sabe que me necesitan aquí!
Ricardo: ¡Ve a ayudar a esos niños o mañana no tendremos ni una vaca viva en esta finca!
Ramiro: ¿Es real, son tan malos? - riendo - ¡¡¡Dios mío!!!
Ricardo: ¡Ni te lo imaginas!
Ramiro: Le pasaré mis intenciones a Nicandro y a los demás y luego me iré... por cierto, felicidades por el grandullón, ¡Esteban ya es un hombre!
Ricardo: ¿Y cómo sabes eso? - preguntas -
Ramiro: Lo vi llegar por la mañana , ¿aún no lo has visto?
Ricardo: ¿Mi hijo está aquí, en México? - sonriendo - Ramiro, haz lo que te pedí y ocúpate de las cosas hoy... ¡¡¡Mi niño está en México!!! - feliz camina de regreso a su caballo ·
Ramiro: Señor, pero ya me asignó ayudar a los novatos, ¡¡¡no puedo hacerlo todo!!!
Ricardo: Eres mi mejor peón, Ramiro - súbete al caballo - ¡¡¡Sé que eres capaz!!!
En la mansión, Verónica camina ansiosa por todos lados esperando a su hijo, sin saber si tenía más miedo de lo que le pudo haber pasado o de lo que estaba haciendo en su primera noche de regreso.
Soledad: Virgen mía de Guardalupe - abrazo a Esteban - ¡Mira en el hombre que te has convertido, muchacho!
Esteban: ¡Nana, cómo te extrañé!
Al escuchar la voz de su hijo, Verónica suspira pacíficamente y camina rápidamente hacia la sala.
Esteban: Mamá... - se acerca a ella y la abraza fuerte - ¡Te extraño tanto mamá!
ESTÁS LEYENDO
La Ley Del Destino
RomanceElla creía que el amor era la clave de toda su felicidad. Traicionada, humillada y abandonada, Malú (Scarlet Gruber) encuentra refugio en su dolor y tras perder todo lo que tenía, descubre la verdad sobre el pasado que una vez fue borrado. Al regres...