▫ 𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣

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Así como Heeseung había dicho, se fue al día siguiente de haber hablado con Geonu, llevándose algunas de sus pertenencias en una maleta y saliendo ya muy entrada la noche para que nadie lo viera y preguntara a dónde iba y cuándo volvería. Sólo Geonu sabía todo, pero Heeseung le había pedido que no dijera nada y, en caso de que le preguntaran, dijera que no sabía nada.

Y se fue, dejando a Geonu solo y preocupado, esperando a que le fuera bien y que su ayuda sirviera de algo.

El tiempo voló y el castaño no supo en qué momento pasaron dos semanas y media tan rápido. No sabía nada de Heeseung pero hizo lo que prometió: hizo apuntes, preguntó, consultó y preparó todo lo que Hee necesitaría, incluso investigó un poco algunos temas para explicarle a Heeseung —sólo de ser necesario—. Ese chat vacío, que pensó que nunca escribiría en él, se llenó de imágenes, documentos, videos y demás información, explicando lo que hacía falta. Los mensajes de "¿Qué tal te va?", "¿Conseguiste trabajo?", "¿Cómo estás?" se perdían entre todo lo demás, y no sabía cuándo serían respondidos.

Cuando un montón de personas empezaron a preguntar por Heeseung, dijo que no sabía nada y la mayoría dejó de preguntar, pero personas como Jongseong, Yeonjun, Hye y Sunghoon no dejaron de hacerlo; Geonu sólo decía que no sabía nada.

Para su suerte, Koga, un compañero de carrera de Heeseung y un muy buen amigo, se ofreció para ayudar al Lee mayor respecto a las materias de Heeseung y todo lo que necesitaba. No preguntó mucho y aceptó a ayudar sin más, y estaba agradecido.

En ese tiempo que pasó, Geonu nunca dejó de preguntarse cómo estaría Heeseung. Estaba preocupado, no mentiría, pero esperaba pacientemente a que el menor le diera noticias. Esperaba que estuviera bien.

Un jueves por la noche, mientras el castaño estaba a punto de entrarse a su habitación para irse a dormir y después de haber apagado las luces, escuchó cómo alguien abría la puerta y entraba silenciosamente. Era Heeseung.

Se sorprendió y algo se instaló en su pecho. Luego de tanto tiempo, por fin aparecía.

Heeseung no parecía haberse dado cuenta que Geonu estaba ahí, por lo que se sacó los zapatos y suspiró con cansancio antes de girar y encontrarse con el menor.

—Hola... —murmuró, medio sorprendido y medio asustado.

—Hola —Geonu fue a sentarse al sofá, invitando a que el menor se sentara a su lado. Heeseung lo hizo, pero decidió acostar su cabeza en el regazo de Geonu y que el resto de su cuerpo estuviera tirado en el sofá. No estaba seguro de si Geonu lo botaría o dejaría que se acostara así, por lo que se limitó a cerrar los ojos y disfrutar.

Para su sorpresa, Geonu lo acomodó mejor y empezó a acariciarle el cabello. Heeseung sonrió chiquito y satisfecho ante eso.

—Ya conseguí trabajo —empezó a hablar el menor— y ahora soy repartidor de comida —abrió los ojos para ver directamente a los ojos de Geonu—. Si se te antoja algo y lo quieres de inmediato, llámame y te doy todo lo que quieras —a lo dicho, guiñó un ojo a su mayor, quien rodó los ojos y chistó.

—Ya, no abuses de la confianza que te estoy dando —Heeseung rió y volvió a cerrar los ojos, relajándose ante los toques de Geonu.

—Fue un poco complicado, tarde casi dos semanas en conseguir empleo —suspiró—, tuve que ayudar a mamá a mudarse porque la botaron de donde vivía por no pagar a tiempo.

—¿Ahora está bien?

—Sí, ya está un poco más tranquila, pero creo que se siente culpable por haberme llamado y tener que interrumpir mis actividades académicas para ayudarla, pero no me importa, yo haría todo lo posible para estar a su lado y serle de apoyo.

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⏰ Última actualización: Aug 19 ⏰

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𝘤𝘰𝘲𝘶𝘦𝘵𝘳𝘺 ↬ heenuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora