51 - Un sueño hecho realidad

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Nick

Aún era muy temprano cuando desperté, el sol apenas se veía a lo lejos de la costa, Charlie duerme recostando su cabeza en mi pecho y sus piernas metidas entre las mías.

Por la mente pasean las ideas de como hacer la boda de sus sueños, el mío era casarme de nuevo con él, tenerlo a mi lado y a nuestra princesa.

Sería una celebración muy pequeña, nuestros padres y el pequeño círculo de amigos que teníamos ahora.

Sydney cuenta con muchos lugares hermosos para organizar una boda, pero algo no me terminaba de convencer.

Beso la frente de mi esposo y me levanto con cuidado sin despertarlo, eligió su cumpleaños como el día de nuestra boda, quería hacerle un regalo especial.

Minutos más tarde, después de una buena ducha y ropa limpia, hago la lista de lo que podría ser los lugares para nuestro día.

― ¿Nick? ― susurra con una voz de adormilada.

― Buenos días cariño, ¿Necesitas algo?.

― Sí, necesito que vengas a darme los buenos días como me gusta.

Lo veo de arriba hacia abajo, mordiendo mi labio inferior, me coloco encima de él, apoyando mis manos a sus costados.

― ¿Y cómo deseas que te dé los buenos días?

Desciende su mano lentamente desde mi pecho hasta mi polla, unas caricias lentas, contengo las ganas de besarlo con desespero y hacerlo mío de nuevo.

― De está manera lo quiero.

Empuja mi cuerpo a un lado, quita mi ropa de la cintura para abajo de forma brusca, la respiración comienza a agitarse, la palma de sus manos acarician mis piernas subiendo despacio hacia los muslos.

Cerré mis ojos concentrándome en las delicadas caricias que mi cuerpo recibe, la piel se eriza al sentir la suavidad de sus labios, besando la parte inferior de mis muslos.

― Oh, Charlie...

Los jadeos no sé hacen de rogar, mi boca se abre dejándolos salir con gusto, lo veo sonreír mientras sigue dibujando caminos húmedos con sus besos.

Sus manos no se quedan quietas, me tocan, aprietan y separan mis piernas para meterse entre ellas, mis puños aferrados a la sábanas y sin parar de jadear, morder mi labio evitando desmorarme.

― Quiero que te dejes llevar por mi, no te reprimas amor. ― el tono sensual y suave de su voz, estremece mi interior, puedo sentir como mi polla se pone más dura.

― Char, mmm, por dios, ¿Q-que haces?

Los dientes muerden suavemente mi piel, luego la besa, puedo sentir su lengua va subiendo hacia mi polla.

― Char, cariño, no me tortures.

Lo único que hace es darme una risa que interpreto como una respuesta, lame los testículos, se detiene ahí, disfruta y ronronea, desplaza su lengua alrededor de ellas, arriba y abajo.

Los gemidos se escapan de mi boca, unos más fuertes que otros, sus lamidas van subiendo, moviendola en círculos, pierdo la noción del tiempo.

― Ah, eso es divino cariño, sigue.

Envuelve mi polla en su mano acariciándome junto con su lengua, vuelvo a gemir y aprieto mis labios, un juego previo que rompe la poca resistencia que poseo, su forma de tocarme.

― Más rápido bebé, por favor.

Una gota de precum se asoma en la punta, sus ojos se abren y esboza una sonrisa reflejando deseo, lujuria por saborearla, tenerla en su paladar y degustarla, una lamida y observo pasar esa lengua por sus labios.

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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You Belong With Me (Nick and Charlie's Version) ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora