"𝐴 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑡𝑎"

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No había día que no me molestara este estúpido, no había forma de sacarme lo de encima, incluso si intentaba con todas mis fuerzas.

-Oye, ¿Por qué andas tan molesto? ¿Es por mí?- dijo burlesco, era el estúpido de She li, era pegajoso como una garrapata enorme y insoportable también.

-¿Puedes dejar de molestarme? ¿No crees que estas bien grande como para comportarte de esta forma tan infantil?- a She li se le borro la sonrisa de pendejo que tenía, me agarro del cuello y me puso contra la pared de los baños.

-No te hagas el fuerte y mucho menos el chistosito, eres mío, ¿recuerdas? Aun que seas un alfa, ni siquiera puedes comportarte como uno- dijo entre risitas, luego me soltó del cuello y me dio unas palmaditas en la mejilla. -Se un buen chico y traeme un refresco, ahora-

Puse los ojos en blanco y suspire, lo más cabrón era que tenía que gastar mi dinero para su tonto refresco, me tenía harto. Fui a la máquina expendedora y saque mi billetera, saque un billete y lo puse en la máquina, pero la mierda se lo trago.

-No te lo creo, ¡su puta madre!- patie la máquina, furioso por tragarse lo único que me quedaba de dinero, hasta que justo alguien me toca el hombro.

-¡Hola!, ¿necesitas ayuda? Dejame enseñarte un truco, pero esto es un secreto- el chico apretó unos números de la máquina y luego le dio un codazo al vidrio, cayendo dos refrescos. -Aquí tienes, una para tí y otra para mí-

El chico me dio un refresco y la otra se la quedaba con una sonrisa, vaya, tal vez esto me ahorraría algo de dinero después.

-Gracias...- dije suavemente, mirándolo a los ojos, el chico me sonríe, parecía ser un Omega.

-De nada, mi nombre es Jian ji, ¿cual es tu nombre? Peli rojo- me miro a los ojos, mientras abría su refresco y comenzaba a beberlo.

-Amm... Mi nombre es Mo guan shan, bueno creo que ya es tarde, seguro las clases están por empezar, así que...- ya me estaba alejando cuando me agarro del brazo, ¿Porqué me detenía ahora?.

-¿En que clase estas? Siento que te he visto antes- ¿estaba hablando encerio? Que fastidio.

-voy en la clase 4B, ya me tengo que ir, así que, adios- el chico intento detenerme pero me escape, tenía que llevarle esto a she li o me metería en problemas otra vez.

Al llegar al lugar de antes me di cuanta que ya no estaba, esto quería decir que tal vez después de esto me iba a ir peor de lo que crei... Pero el timbre me saco de mis pensamientos, ya era hora de ir a clases.

"¿Y si me voy? No... Le prometi a mamá que asistiría a la escuela y no me escaparía de clases, pero si pienso en She li y en su grupito, no me queda otra opción"

En ese momento suspire y tome la decisión de saltar me esta última clase, me prometi a mi mismo que sería la última vez, pero ni siquiera yo creo mis propias palabras.

Salí de la secundaría con mi mochila y fue a cualquier otro lugar, no volvería a casa hasta que fuera la hora de salir de la secundaría, así que camine sin rumbo por la ciudad, observando cada cosa de la ciudad para entretenerme.

Después de que pasaban los minutos, ya faltaban 20 minutos para que la secundaria acabará y yo podría volver a casa, pero algo captó mi atención, fue esa misma publicación que ví cuando pequeño, ese gran acuerio que se había vuelto súper famoso.

"Nunca fuí ahí... Solo faltan 20 minutos, seguro que puedo ir"

Pensé, camine hacia la dirección que busque en mi teléfono y lo encontré, por suerte no estaba lejos de donde yo estaba, iba entrando y una mujer me atendió.

-Hola, mucho gusto, ¿Es tu primera vez aqui?- yo la mire, sin entender por que me preguntaba eso, hasta que ví que en su ropa había una tarjeta con su nombre, seguro era una trabajadora de aquí.

-Amm, si, es primera vez- dije inseguro, la chica me sonrió y después me entregó una tarjeta.

-esto es para que entres gratis, cuando eres nuevo le entregamos una tarjeta para que la segunda vez lo muestres y no tengas que pagar otra vez, con esa tarjeta puedes entrar hasta con 5 personas en total, después de que esa tarjeta se usé me temo que cuando vengas otra vez tendrá que pagar- yo escuche atentamente y asentir, entendía perfectamente, seguro traería solamente a mi madre.

-Entiendo, muchas gracias- ella me sonríe y asiente feliz, yo entre y camine hacia el interior del acuerio, solo con unos pasos ya podía ver los peces y muchos animales más, era increíble.

Estaba maravillado viendo todo mi alrededor, incluso en el techo también de podían ver, cada que miraba era como si las personas se borrarán de mi alrededor y solo quedaba yo con esta vista tan hermosa.

Pero de repente algo llamó mi atención, había una linda mantaralla nadando cerca de un cristal, podía ver sus colores y cada detalle de su cuerpo, hasta que una persona me interrumpió.

-Es hermosa, ¿verdad? Es mi primera vez aquí y realmente no creí que esto fuera tan lindo de ver, los animales son muy increíbles- esa voz era la de un chico, yo me gire y al verlo a los ojos, nuestras miradas conectaron, pero esto se sintió distinto a cuando juntaba miradas con alguien más, era un sentimiento que alteraba mi interior.

Nos quedamos mirando un rato más, hasta que recibí una llamada de mi madre, mis ojos se desviaron a mi teléfono y cuando iba a contestar el chico me detuvo la mano.

-Disculpa si te interrumpo, ¿pero podemos hablar un momento? Estoy seguro que los dos en ese momento que nos miramos sentimos lo mismo y quisiera saber si...- pero justo vi no otro llamada de mi madre, haci que tuve que irme.

-Perdón, pero tengo que irme- dije cortante y comencé a caminar hacia la salida, el chico intento detenerme pero salí corriendo, conteste la llamada de mi madre y pues....

-Me llamaron de tu secundaría... Te escapaste de clases, Mo, me prometiste que ya no lo harías- al escuchar el tono cansado y bajo de mi madre, supe que llegaba recién de su trabajo, me sentía mal por hacerla preocupar más y que el dinero en que gastaba en mi para pagar cada cosa que hacia, me hacia sentir un fracaso como hijo.

-Mamá, lo siento, se que lo prometi, pero te prometo que esta vez no lo volveré a...- en ese momento escuche un suspiro por parte de mi madre, sabía lo que se venía.

-Ya basta Mo... Ven a casa, compre comida, así que no te preocupes en preparar algo- me corto la llamada sin más, quería contarle toda la verdad, decirle el infierno que pasaba en esa mierda de secundaría, pero no... No iba a preocupar más a mi madre por mi culpa.

Decidí hacerme cargo por mí mismo de los problemas que me pasaban, ya estaba bastante grande como para acudir a mi madre, era un alpha y tenía que actuar como tal.
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Palabras: 1.216
Fecha: 16/08/24

"𝑑𝑒𝑠𝑎𝑓𝑖𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora