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12: Un nuevo comienzo

Los meses habían pasado volando. Becky había regresado a Londres con su mente aún llena de incertidumbres, pero con la determinación de recuperar sus recuerdos y el amor que sabía que compartía con Freen. El proceso no había sido fácil, pero paso a paso, día tras día, las piezas del rompecabezas de su vida comenzaron a encajar nuevamente.

Las primeras semanas habían sido las más difíciles. Becky a menudo se sentía atrapada entre dos realidades: los fragmentos de recuerdos que comenzaban a resurgir y la vida que había intentado reconstruir en medio de la amnesia. Pero con Freen a su lado, paciente y amorosa, Becky encontró la fuerza para seguir adelante.

Los flashbacks comenzaron de forma impredecible. A veces, durante una caminata tranquila por Hyde Park, Becky veía una escena que desencadenaba un recuerdo de sus días en Tailandia, de las risas compartidas con Freen en el set de "GAP", de las cenas familiares con los padres de Freen, o de las miradas cómplices que compartían cuando pensaban que nadie las veía. Freen estaba allí, sosteniéndola cuando esos recuerdos traían emociones intensas, a veces confusas, a veces dolorosas.

Con el tiempo, esos recuerdos se volvieron menos inquietantes y más bienvenidos. Becky comenzó a sentirse más conectada con su pasado y, por ende, con el presente que estaba construyendo con Freen. Las piezas rotas de su memoria se estaban uniendo de nuevo, y con cada fragmento recuperado, sentía que su amor por Freen se profundizaba aún más.

Jenna también estaba en un camino de recuperación. Gracias a Emma y Melissa, que habían estado a su lado durante los momentos más oscuros, Jenna comenzó a ver la luz al final del túnel. Emma se convirtió en su roca, ofreciéndole apoyo incondicional mientras Jenna trabajaba con su terapeuta para reconstruir su vida. Melissa, siempre protectora, les ofrecía un respiro cuando las cosas se ponían difíciles, recordándoles que no estaban solas.

El ambiente en Londres era optimista. Con la mejora en la salud mental de Jenna y el progreso de Becky, la vida comenzaba a sentirse nuevamente como una serie de posibilidades abiertas. Unos meses después de su regreso a Londres, Becky recibió la noticia que había estado esperando: sus padres y su hermano Richie finalmente habían resuelto todos los problemas con sus papeles en Tailandia y estaban en camino para visitarla.

El día que llegaron fue uno de los más emocionantes para Becky. Cuando vio a sus padres y a Richie en el aeropuerto, con BonBon, su querido perro, corriendo hacia ella con entusiasmo, sintió que algo en su interior se alineaba perfectamente. Estaban todos juntos nuevamente, y eso significaba más de lo que las palabras podían expresar.

El reencuentro fue cálido y lleno de lágrimas de felicidad. Becky sintió que las barreras que habían existido entre su pasado y su presente comenzaban a desvanecerse. Sus padres estaban emocionados de conocer a Freen, a quien ya consideraban parte de la familia por todo lo que había hecho por Becky durante su amnesia.

BonBon, por supuesto, se convirtió en el centro de atención, trayendo alegría a todos los que lo rodeaban. Freen que estaba encantada con el perro, y verlo correr alrededor de la sala de estar con su cola moviéndose enérgicamente era una visión que llenaba de calidez el corazón de todos.

Pero no solo la familia de Becky había viajado a Londres. Nam, la amiga cercana de ambas y casi hermana de FreenBecky, también llegó acompañada por la madre de Freen, quien había decidido unirse al viaje. La emoción de estar rodeadas de familiares y amigos cercanos era palpable. Freen y Becky se sentían abrumadas por el amor y el apoyo que todos les ofrecían.

Irin, la mejor amiga de Becky también llegó con su novia Noey, añadiendo aún más alegría a la atmósfera. La dinámica entre todos era natural y llena de risas. Pasaban los días explorando Londres, disfrutando de comidas juntos y recordando viejos tiempos mientras construían nuevos recuerdos.