"Cupido"
Christopher estaciona el auto frente al colegio de su única hija, Emma.
Tenía la custodia compartida con su ex esposa, llevaban una relación cordial por su hija.
La puerta trasera es abierta y le da una sonrisa a su hija.
—¿Qué tal te fue?—pregunta mientras enciende el auto y comienza a conducir.
—Todo bien papá.
Christopher asiente aunque sabe que por la mueca de su hija, nada está bien.
—Puedo dejarte con tu mamá, si necesitas hablar sobre "cosas de chicas"—propone y Emma niega.
—No te preocupes, puedo hablar con ella el fin de semana.
El ecuatoriano da por finalizada la conversación y continúa conduciendo mientras su hija se coloca sus auriculares.
Tener una hija de 14 años no es sencillo, el castaño extraña los abrazos que solía darle cuando tenía 4 años o que no quería dejarlo ir a trabajar pata seguir jugando juntos.
Su pequeña ya casi era una adolescente y nadie está preparado para eso.
Christopher mira con sospresa a su ex parada fuera de su casa. Estaciona el auto y la primera en bajar es su hija para ir a saludar a su madre.
El ecuatoriano se acerca a ellas y saluda con un beso en la mejilla a su ex.
—¿Sucedió algo?
—Emma me envió un mensaje, necesita que hablemos.
Christopher asiente y abre la puerta dejando pasar a las dos mujeres.
Emma toma la mano de su mamá y la lleva hacia su habitación, el castaño camina hacia la cocina y decide preparar un pequeño almuerzo.
Transcurre media hora y Carla, su ex, baja las escaleras.
El castaño la mira y ella suelta un suspiro—. No puedo decírtelo, es un secreto.
—A veces siento que me excluye de su vida.
—No te lo tomes tan personal Chris, ya casi es una adolescente. Sus temas de conversación o preguntas van a ser para mi porque soy mujer y su mamá.
—¿Le gusta un chico?
—No puedo responderte—contesta y suelta una risita al ver el ceño fruncido del mayor—. Nos vemos Chris.
—Nos vemos Carla—la mujer sale de la casa y Christopher va en busca de su hija para almorzar.
(...)
Christopher había planeado un fin de semana divertido para pasarlo con su hija.
Toca el timbre de la casa de su ex esposa y un hombre alto, fornido y rubio abre la puerta.
—¿Si? ¿A quien esta buscado?
—Soy Christopher, el papá de Emma.
El rubio asiente y lo deja pasar—. Voy a buscar a Carla.
El hombre desparece entre los pasillos y el castaño toma asiento en el sillón individual de la sala.
Unos minutos más tarde Carla se hace presente—. Olvidé llamarte y explicarte porque Emma no va a ir contigo este fin de semana.
—¿No quiere ir?
—No, se la paso encerrada desde ayer a la tarde.
—¿Que sucede?
—Le gustaba un chico y se lo dijo pero nada resultó como esperaba.
El castaño asiente comprendiendo ma situación—. ¿Cómo se llama el chico?
—Chris, no vas a hacerle nada al chico—lo mira seriamente—. Yo ya me encargo de eso.
—¿Quién es el chico que me abrió la puerta?
—Solo es Zab.
—¿Zab? ¿Novio? ¿Amigo? ¿Amigo con beneficio?
—Ninguna de esas opciones—contesta—. Zab se encarga de arreglar distintas cosas de la casa.
—¿Y lo conociste...?
—Me lo recomendó Lily, la mamá de Agustina.
—Entonces es un casero joven que "atiende" a las mamás solteras o divorciadas.
Carla ríe—. Si Zabdiel no fuera gay seguramente tu teoría tendría sentido.
—¿Es gay?
—100%
Christopher asiente y Zabdiel aparece en la sala—Carla, ya termine con la tubería del baño.
La mujer asiente y busca en su bolso la paga para el chico, saca un sobre y se lo entrega—. Gracias Zab, te llamo si necesito de tus servicios.
—Cuando quiera, nos vemos—saluda amablemente y sale de la casa.
Carla nota que Christopher mira con curiosidad al rubio—. ¿Te parece atractivo mi casero?
Las mejillas del ecuatoriano se calientan y niega—. ¡Carla! Dios, a veces me pregunto como podes ejercer como abogada y verte seria.
—Es parte del oficio—le guiña un ojo—. Chris, Zab también te miraba con interés.
—Estas delirando.
—No me molestaría que salgas con él y forme parte de la familia.
Las mejillas de Christopher vuelven a encenderse y Carla ríe a carcajadas.
—¿Hace cuanto que no te fijabas en un hombre?
—Desde que nos casamos, mi compromiso era total contigo.
—Lo sé pero deberías llamarlo para que vaya a tu casa y arregle tus tuberías—le guiña un ojo y le entrega un tarjeta.
—No sos Cupido Carla.
—Para ti si lo soy y Zabdiel tiene ganas de comerte como yo voy a comer un sándwich en este momento.
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N/A: nose pero me gusto :)
Espero que a ustedes también <3
Tiene segunda parte:)
