- Observabas desde lejos como los trabajadores se encargaban de poner cada vez más barreras para que los nativos no logren pasar o hacer otra emboscada -
- Había pasado un día desde que no veías a Pocahon y eso te ponía triste -
- ¿Señorita ______? ¿Me está escuchando? - Consultó Wiggins al ver que observabas a los trabajadores -
- Saliste rápido de tus pensamientos y dirigiste tu vista hacia Wiggins -
- Sí, sí... Lo siento, ¿qué me decía? - Preguntaste nerviosa -
- Wiggins suspiró resignado y volvió a leerte la enorme carta que te dejó tu padre -
- "1. No salir hacia el bosque sin mi permiso" "2. No estar muy cerca de los campesinos" "3. Siempre mantenerte en tu carpa" "4. Vestirse adecuadamente como lo debe hacer una señorita" "5. Vigilar a Percy" "6. Nunca inte...
- Te aburriste al volver a escuchar lo que decía Wiggins y recordaste la razón por la que lo ignorabas y solo mirabas a los trabajadores -
- Debiaste tu mirada hacia los altos troncos y te sorprendiste al ver a Meeko -
- Él te saludó feliz y te empezó a apuntar hacia algunos árboles. Dirigiste tu mirada hacia esos árboles y una oleada de emociones invadió tu pecho. Pocahon estaba escondido entre algunas ramas mientras te observaba con una sonrisa. Pero esa oleada de emociones se esfumó al recordar que él estaba en territorio peligroso -
- Comenzaste a ponerte más nerviosa mientras esperabas a qué Wiggins terminara de leer esa gran carta -
- "13. No le faltes el respeto a tu padre" "14. No i-
- ¡Muy increíble, señor Wiggins! - Exclamaste emocionada mientras le interrumpias - Le agradezco mucho por estar siempre ayudando a mi padre y en cada momento por estar a su lado. Es muy honorable todo lo que hace.
- O-Ou, bueno... No es nada. Solo es mi trabajo, señorita - Expresó avergonzado Wiggins -
- Adoro su trabajo... Siga así, por favor. Siga siendo el mismo hombre amable en lo que usted ha trabajado - Comentaste con una sonrisa -
- No mentías para que acabara rápido, es solo que la alegría te ganó y quisiste decirle esas cosas a él -
- De repente te quedaste callada al ver cómo Wiggins comenzaba a llorar. Limpió sus lágrimas y te dirigió una sonrisa -
- Gracias, señorita. No olvidaré esto nunca - Habló feliz él -
- Después los dos escucharon como tu padre llamaba a Wiggins para algunos mandados. Viste como él se iba con una radiante sonrisa y se despediste de ti a lo lejos -
- Y apenas viste que él se fue, te dirigiste directo hacia el lugar donde estaba Pocahon, claro, mientras evitabas ser descubierta -
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