《 El hogar que construimos 》

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Con el paso de los meses, la relación entre Haechan y Mark se fortaleció como una cuerda tejida con paciencia y afecto. Mark era un apoyo constante, un pilar inquebrantable que ayudaba a Haechan a enfrentar sus demonios y a encontrar momentos de alegría en la vida cotidiana. Sin embargo, no fue un proceso sencillo. Había días en los que Haechan se sentía abrumado por la tristeza, cuando el peso de sus recuerdos amenazaba con aplastarlo. Pero Mark siempre estaba allí, recordándole que no estaba solo, que juntos podían superar cualquier obstáculo.

Una mañana de primavera, los rayos del sol se filtraban suavemente a través de las hojas verdes, mientras el grupo trabajaba en el jardín de la casa. El aire estaba impregnado de un aroma fresco, y el sonido de las risas llenaba el ambiente. Jaemin y Renjun estaban ocupados plantando flores, sus manos cubiertas de tierra mientras discutían animadamente sobre la mejor manera de organizar el jardín.

-Creo que deberíamos poner estas flores en la esquina, donde recibirán más sol -sugirió Renjun, señalando un rincón del jardín con un gesto entusiasta.

-No, no, creo que se verán mejor junto a la cerca, donde podamos verlas desde la ventana de la sala -respondió Jaemin, con una sonrisa juguetona-. Además, así, cuando florezcan, serán lo primero que veamos cada mañana.

-Lo que sea que decidas, Jaemin, solo asegúrate de no ahogar las raíces -comentó Renjun, riendo mientras sacudía la cabeza-. No quiero que volvamos a tener un jardín marchito.

No muy lejos de ellos, Jisung y Chenle reían mientras discutían sobre el mejor lugar para colocar una nueva cerca. Jisung, siempre el más meticuloso, trazaba líneas en la tierra con un palo, tratando de determinar la posición exacta donde la cerca debería ir.

-Tiene que estar justo aquí, si queremos que sea simétrica con la otra -dijo Jisung, frunciendo el ceño en concentración.

-¿Y si la ponemos un poco más allá? -sugirió Chenle, señalando un lugar diferente-. Podríamos aprovechar más espacio para el huerto.

-Chenle, eso arruinaría todo el equilibrio del jardín -respondió Jisung, suspirando-. Pero... está bien, supongo que podemos hacer una excepción.

Chenle sonrió triunfante, y los dos continuaron su trabajo, riendo y bromeando entre sí.

Haechan, que estaba de pie junto a Mark, observó la escena con una calidez creciente en su pecho. Sus amigos, ocupados en sus tareas, parecían completamente en paz, disfrutando del trabajo conjunto. Y al verlos, Haechan sintió una mezcla de alegría y gratitud que le llenó el corazón. Era un sentimiento que no había experimentado en mucho tiempo, y que había creído perdido para siempre.

-Estoy agradecido por todo esto -dijo Haechan en voz baja, rompiendo el silencio entre él y Mark-. Nunca creí que volvería a tener algo así, una familia, un hogar.

Mark, que había estado observando a Haechan de reojo, sintió una oleada de ternura hacia él. Sabía cuánto significaba para Haechan poder decir esas palabras, cuánto esfuerzo y dolor le había costado llegar a ese punto. Sin decir nada al principio, Mark tomó la mano de Haechan, entrelazando sus dedos en un gesto lleno de afecto y apoyo.

-Lo has logrado, Haechan -respondió Mark, con una sonrisa cálida-. Y lo mejor es que todavía tenemos mucho por delante. Podemos construir algo hermoso juntos, todos nosotros.

Haechan asintió, sintiendo una paz que se asentaba en su corazón. No sabía lo que el futuro le depararía, pero por primera vez en mucho tiempo, estaba emocionado por descubrirlo. Y mientras estuviera rodeado de sus amigos, y con Mark a su lado, sabía que podía enfrentar cualquier cosa.

-¿Sabes? -continuó Mark, su voz adoptando un tono más suave-. Cuando te vi por primera vez, supe que había algo especial en ti. Incluso cuando estabas cerrado, incluso cuando intentabas alejar a todos, podía ver que había una luz en ti, una luz que no había sido extinguida, aunque lo hubieran intentado.

El Retorno del Sentir《 Markhyuck 》✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora