MALAS LENGUAS | HANKNOW

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Un mes había pasado desde aquel ardiente encuentro, y para sorpresa de todo el instituto, ya no habían rumores extraños rondando por ahí.

Todo estaba demasiado tranquilo. JiSung a veces se encontraba con Minho en los pasillos. Pero el menor siempre desviaba la mirada o caminaba en otra dirección.

Y en realidad a él no le importaba mucho, aunque aquella había sido por lejos la mejor cogida de toda su vida.

Aún había noches en que pensaba en el chico, incluso tenía que masturbarse al recordar detalladamente cada gesto, cada gemido y expresión. JiSung era alguien con una vida sexual bastante activa. Y a la semana siguiente de su encuentro con Lee asintió a un club en donde cogió con la primera chica que se restregó contra él. Pero no dejo de pensar en Minho.

Durante todo el sexo en su mente solo podía ver al rubio retorciéndose por su tacto en partes sensibles de su cuerpo. Y en cierto modo eso le jodia bastante, porque no podía desfrutar adecuadamente el acto sexual.

Pero el día de hoy al parecer el universo estaba de su lado. Porque el llegar temprano a la escuela, en los pasillos se escuchaban los murmullos, los grupos nuevamente se juntaban a hablar y miraban de manera acusatoria en todas direcciones. Parece que alguien no había aprendido la lección.

— ¿Qué sucedió ahora? —preguntó apenas ingresó al salón y vio a sus amigos.

— Otra vez Lee. —respondió Jennie comiendo una paleta— Es un idiota, creí que se le había pasado.

— ¿Qué fue lo que dijo ahora? —tomó asiento en su lugar correspondiente.

— Dijo que yo estoy enamorado de Hwang HyunJin. —esta vez habló Changbin con el ceño fruncido- Va en la clase de al lado.

— ¿Y te gusta?

Las mejillas de Changbin adquirieron un suave color carmesí, y bajó la cabeza avergonzado.

— Me atrae, sí. —rascó su nuca en lo que JiSung sonreía— Pero no quería que se enterara de esta manera.

— Tienes razón.

El profesor ingresó al salón y tuvieron que dejar su charla hasta ahí. Se extrañó al ver que Minho no había ingresado a clases, jura que hace unas horas lo vió rondando por ahí, trató de no pensar en ello y poner atención en la clase. Ya después arreglaría ese tema.

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Finalmente había terminado la aburrida clase de cálculo, como odiaba esa asignatura.

— Chicos los alcanzaré luego, debo arreglar unos asuntos. —les dijo a sus amigos a la salida de la clase.

— Está bien, estaremos en la cafetería. —le contestó Kim para luego ambos alejarse del lugar.

JiSung comenzó a caminar a paso rápido por los pasillos, en busca de aquella persona que había roto su acuerdo. Se molestó un poco por no poder encontrarlo, ¿En dónde demonios se había metido?

Encontró a un chico de cabellos oscuros en su casillero guardando unos libros. Lo había visto varias veces charlando con Minho, así que no dudo en acercarse a él.

— Hey, Seungmin. —lo saludó exaltándolo un poco.

— Hola, JiSung. —cerró la puerta de su casillero y lo miró extrañado— ¿Necesitas algo?

— Sí. Supongo que eres amigo de Lee Minho. —explicó con un poco de duda, Seungmin asintió— ¿Sabes en dónde está ahora?

El menor lo miró con los ojos entrecerrados por unos momentos, como si tratara de descifrar sus intenciones.