𝐗𝐗𝐈𝐈

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Jenna Pov's

Ya habían pasado varias horas desde ese entonces, cada vez Tn y yo nos encontrábamos más cansadas de correr de un lado para otro y de jugar tantos juegos los cuales Tn siempre terminaba ganando.

Note la hora y eran más de las 1 de la mañana, no me altere tanto ya que mañana era feriado lo cual indica que clases no había asi que Tn no tendría que padecer para despertarse.

—Tn, ya es tarde, es hora de irnos. —Le dije mientras me acercaba a ella para que me escuche.

—Esperame tantito, es que quiero ganar ese oso gigante. —Me dijo mientras señalaba aquel oso de peluche que nadie podía ganar.

—Estaba bien poro es el último juego ¿okay? —Le dije mientras veía la emoción en la cara de Tn.

Tn no me dijo nada y salió disparar a aquel estante para luego ponerse a jugar y tratar de ganar aquel oso. Tn seguía jugando y ya había perdido muchas veces hasta que por fin lo ganó.

—Listo ¿feliz ya? —Le pregunte al ver como el hombre sacaba el oso con una cara de enojado al ver que alguien se lo había ganado.

—Más que feliz. —Me respondió mientras que el mismo señor le entregaba el oso. —Para ti. —Me habló a la vez que me extendía el oso de peluche.

—¿Segura? —Le pregunte de forma dudosa ante la  decisión que Tn había tomado.

—Más que segura, Jens. —Me contestó y honestamente me sorprendió pero no por la decisión sino que fue por el "Jens" era la primera vez que me llamaba de esa forma.

—Esta bien. —Le dije mientras agarraba como pedía al oso que Tn me había dado. —Muchas gracias pero es hora de irnos.

—Oki Doki. —Me contesto muy feliz mientras me miraba con una sonrisa.

Ambas salimos como pudimos de la feria y nos dirigimos directo a mi auto para luego guardar todo lo que habíamos comprado y ganando.

Tn se subió de copiloto nuevamente y yo en el asiento principal para luego comenzar a conducir. Todo era silencio, ninguna decía nada.

Los minutos pasaron hasta que por fin llegamos a mi casa.

—Tn, llegamos. —Le dije mientras me sacaba el cinturón de seguridad. Luego de eso y al no escuchar respuesta de aquella, dirigí mi mirada hacia su dirección y note que se había quedado dormida.

No pude evitar sentir cierta pizca de ternura ante aquel gesto de su parte. Se veía tan tierna e indefensa en esta situación.

Decidí dejar todo en el auto y bajar cuidadosamente a Tn mientras la cargaba en mis brazos y entraba a la casa.

Al entrar subí con mucho cuidado las escaleras y la deje en mi habitación. Trate de dejarla lo más cómoda posible.

Cerré la puerta y me dirigí hacia la sala para ir a darle de comer a Jack.

—Hola, Jack. —Los salude mientras le hacia cariño. El solo se resiganba a ladrar ya que, que más podría hacer.

Le servi un poco de comida y agua para luego levantarme y pegarme el susto de mi vida.

—¿Recien llegando a esta hora, Jenna? —Me dijo mi hermana mientras me pegaba el tremendo susto.

—Aliyah me vas a matar del sustos, no vuelvas a hacer eso. —Me dije mientras colocaba mi mano en el lado de mi corazón tratando de tranquilizarme.

—Esta bien jajaja pero ¿que tengo fuiste a hacer que llegas a estas horas? —Me volvió a preguntar mientras cruzaba sus brazos a la altura de su pecho.

—Fui a la Feria que siempre arman por aquí cerca y se me fue la hora. —Le conteste mientras la miraba con una pequeña sonrisa.

—A esta bien pero ¿Quien rayos esta en tu habitación? —Me dijo a lo que yo me sorprendí ya que si había notado ese pequeño detallito.

Sabía que Aliyah conocía cuando mentía así era mejor decirle la verdad. —Es una de mis alumnas.
Ayer la invite a ir juntas, se hizo tarde y como la Universidad a la que asiste no deja ingresar alumnos después de las 11 y ella no tenía en donde quedarse a dormir, la invite aquí. —Le conteste mientras esperaba el regaño que me iba a dar.

—A esta bien. —Me dijo como si nada mientras se alejaba para irse a su habitación.

Yo no dije nada y simplemente ví como ella subía las escaleras sin regañarme ni nada por el estilo. Que mosco le abra picado pero me cayó bien.

[...]

A la mañana siguiente, yo seguía de lo más tranquila durmiendo en mi sillón ya que me dio pereza irme a la habitación de invitados así que bueno.

Todo iba de lo mejor hasta que escuche como tocaban mi puerta. Honestamente no tenía ganas d ever a nadie, solo quería dormir y dormir pero la puerta seguía siendo tocada asiq eu el obligó a levantarme.

Me arregle un poco el cabello y fui a ver quien era el que estaba tocando.

—Holis, Jen. —Me saludo Hunter luego de que yo le abriera la puerta.

—Buenos días. —Le dije mientras dejaba que entrase a mi casa.

El entró y noto las mantas en mi sillón así que yo solo estaba esperando a que comience con su interrogatorio policial.

—¿Quien durmió en el sillón? —Me pregunto mientras me dirigía su mirada.

—Yo dormí ahí, Hunter. —Le conteste mientras me es tiraba un poco ya que del todo bien no había dormido.

—¿Y no se supone que para algo existen las habitaciones? —Me pregunto mientras arreglaba un poco todo el desorden que yo había hecho.

—Si se pero la mía esta siendo ocupada. —Conteste mientras lo ayudaba a arreglar aquel lugar.

—No me digas, dejame adivinar. —Me dijo mientras se detenía a pensar una respuesta. —Aliyah invitó a sus amigos y te dijo que les prestes tu habitación para que duerman.

—No, Hunter, esta vez la que invitó a alguien fui yo. —Conteste mientras notaba la ligera sorpresa en la cara de Hunter ya que el más que nadie sabía que a mi, las visitas, no me gustaban en absoluto.

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"En este negocio, los errores se pagan con la muerte"

-Güero Arteaga-

Cautivada Por Mi Maestra -Jenna Ortega x Tn-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora