Día 1

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Salí, como todos los días soleados de la semana, caminé por las mismas calles, mismas tiendas y comí las mismas papas fritas que ya empezaba a odiar, sonará aburrido pero para mí era una buena rutina. Así como los días anteriores, me fui a mi casa por la calle ancha que sigue hasta el centro. La gente pasaba con sus bolsas del pan y botellas de bebida, todo normal, a excepción de un teléfono, el cual sonaba por detrás de un arbusto, más que sonar solo estaba vibrando, miré por alrededor a ver si a alguien de por ahí se le había caído pero para mi sorpresa no había nadie, por lo que mi único pensamiento fue tomar el teléfono y ver de quien podría ser, al momento de tomar el teléfono éste dejó de sonar, traté de ver quien llamaba o algún fondo de pantalla para ver si me ayudaba a descubrir quién era el dueño de aquel misterioso teléfono, pero no apareció nada. Me lo lleve a mi casa para ver si el dueño volvía a llamar y poder entregarle por fin el teléfono pero lo que quedó de tarde nadie volvió a llamar, así que decidí que al otro día llevaría el teléfono a la estación para que ellos puedan devolverlo.

¿Es tuyo este teléfono?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora