𝗘

119 22 5
                                    

Cada vez me sentía más débil, estaba todo el día cansado y no tenía ganas de ver a nadie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cada vez me sentía más débil, estaba todo el día cansado y no tenía ganas de ver a nadie.
Tampoco tenía hambre, pero me obligaban a comer.
Me dolía todo el cuerpo, sentía que la quimioterapia me estaba matando pero los doctores decían que era necesario para que me cure.
Yo pienso que si me hubieran hecho cirugía todo iría mejor pero los médicos dijeron que no era recomendable.

─ Come, Mauro. No me gires la cabeza.

Emilia venia todos los días a estar conmigo y a darme de comer, ya que era la única que podía conseguirlo.
Suspendió la gira solo para poder dedicarme todo el tiempo posible a mí, ya le dije que no hiciera eso pero no me hizo nada de caso.

─ Ya comí bastante, no quiero más, quiero escupir todo. ─ La miré mientras intentaba darme más de comer. Bajó la cuchara y el plato y lo dejó a un lado.

─ Amor, yo sé que esto es difícil para vos, pero por favor tenes que poner de tu parte, ninguno hace esto para joderte, al contrario, es para que te recuperes.

Y en el fondo sabía que tenía razón, pero algo me hacía negar todo.

─ Hacelo por mí, por favor, no me gusta verte así. ─ Agarró el plato y la cuchara de nuevo y no pude negarme esta vez, sentía que se lo debía, abrí la boca dejando que me diera de comer y vi como sonreía contenta y orgullosa.

Era mi debilidad, no soportaba verla mal o hacerla sentir mal, así que siempre le daba lo que me pedía.

Siguió dandome de comer hasta que se acabó el plato y le agradecí a Dios, porque no podía más.

─ ¿Queres el postre? ─ La miré mal y entendió todo, soltó una risa y dejó el postre a un lado.

─ Está bien mi amor, suficiente por hoy. ─ Me dio un beso corto en los labios y sonreí.

hasta el final, duki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora