El vínculo del pasado

Capítulo 1: Ecos del Pasado

El bullicio del estadio aún resonaba en mis oídos cuando salí de la sala de espera. El concierto había sido un éxito, como siempre, pero mi mente estaba distraída. A pesar del cansancio y la emoción, no podía dejar de pensar en algo-en alguien-que hacía mucho tiempo no veía.

TN. Su nombre era un eco en mi mente, un susurro de recuerdos que nunca se desvanecieron del todo. Era difícil creer que habían pasado tantos años desde aquellos días en los que solíamos jugar en el parque al final de la calle, donde el mundo parecía mucho más simple. Ella siempre tenía una risa contagiosa y una visión del mundo que me inspiraba. Esos días compartidos fueron un refugio de la realidad, un lugar donde los sueños parecían alcanzables.

Recuerdo claramente cómo, en aquellos días, me llamaba por teléfono para invitarme a sus exposiciones de arte improvisadas en su patio trasero. Sus creaciones eran un caleidoscopio de colores y emociones, y yo estaba siempre ansioso por ver qué nueva obra había hecho. A veces, mientras la observaba dibujar, me preguntaba si algún día llegaría a ser tan apasionado por algo como ella lo era por el arte.

La vida nos llevó por caminos distintos, como suele suceder. Mi carrera en la música comenzó a despegar, y el tiempo que solíamos pasar juntos se volvió un recuerdo lejano. Sin embargo, nunca olvidé esas tardes de verano ni el brillo en sus ojos cuando hablaba de sus sueños.

Hoy, mientras nos preparábamos para la siguiente etapa de nuestra gira, una invitación especial llegó a mis manos. Una invitación de TN para asistir a la apertura de su primera exposición de arte en la ciudad. La idea de volver a verla, de ver cómo había evolucionado y qué se había convertido, me llenó de una mezcla de nerviosismo y emoción. Decidí que debía asistir, no solo para apoyarla, sino también para reconectar con alguien que había sido tan importante en mi vida.

El recuerdo de nuestra última conversación antes de que nuestras vidas tomaran rumbos diferentes me invade de nuevo. Le prometí que algún día la vería en una de sus exposiciones de arte, y ahora, frente a mi agenda de conciertos, estoy listo para cumplir esa promesa. Las luces del estadio comenzaron a apagarse, y la noche se cerraba sobre la ciudad. Me sentía listo para el siguiente capítulo, no solo en mi carrera, sino en mi vida personal.

La próxima parada es su exposición. No puedo esperar para ver cómo ha cambiado, y para descubrir cómo nuestros caminos se cruzarán nuevamente. Tal vez, después de todo este tiempo, pueda ser parte de su vida de nuevo, al igual que ella fue una parte crucial de mi pasado.