⛓️Sold to the mafia⛓️

⛓️𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟎⛓️

⛓️continuación...

Adoraba la sensación de la arena tocando mis pies, era tan suave y tan cálida.

Los chicos estaban jugando en la orilla del mar con un balón. Yo por mi parte me encontraba caminando por la orilla del mar completamente mojada de pies a cabeza -por Ni-ki, quien unos momentos atrás me había llevado arrastrada hacia dentro del mar, y por su culpa casi me ahogo por una ola que casi me lleva a conocer la Atlantis y a la sirenita- mientras los veía divertida al verlos jugar tan animadamente. Se veían tan lindos, tan dulces, casi dando la sensación de que eran personas normales, sin ningún rasgo de perversidad en su alma o corazón, aunque era claro la gran mentira que podrían hacer creer a quien no los conociera

El porqué estábamos en la playa era sencillo; según la opinión jay, cada uno de ellos siempre debía pasar de manera obligatoria un tiempo a solas junto a mí, pero no podían estar todos juntos disfrutando de un momento agradable como una familia, y como su padre no estaba cerca en esos momentos, ¿qué más divertido que arriesgarse a desafiar las órdenes del señor Park estando lejos?

Camine un par de metros más antes de tener el sentimiento y pensamiento de querer grabarlos o tomarles una foto en ese instante, quería rotundamente tener un hermoso recuerdo de lo lindos que se veían divirtiéndose como querian en ese momento, siendo libres de los prejuicios y órdenes de su padre. Al final, no me pude resistir más y termine caminando en dirección a donde se encontraban nuestras cosas, -las cuales, estaban siendo vigiladas por sus hombres- y tome una Cámara fotográfica que heeseung me había comprado como regalo al haber reparado su jodido corazón, aunque me dejó en claro que no era el único regalo que me daría -no quería que se molestara en comprarme cosas, me daba vergüenza en cierto modo, aun así, a él no le importó mis protestas y negativas, me dejó en claro que sería capaz de regalarme la luna y él universo entero si yo se lo pedía o simplemente lo anhelaba-

Encendí la Cámara y los enfoque, les tome varias fotos que para mi gusto quedaron sensacionales. Jungwon se dio cuenta de que les estaba tomando fotos y me señalo a los demás con una mezcla diversión e indignación en su rostro. Los chicos me voltearon a ver con una expresión de sorpresa y indignación juguetonamente , aunque notando la mirada de sunoo y jay, me di cuenta de que estaban planeando algo.

Jay fue el primero que dio un paso al frente hasta comenzar a salir del agua, lo cual me hizo levantar una ceja divertida por lo que había planeado hacer como venganza. Cuando se detuvo frente a mi cuerpo, se cruzó de brazos con los ojos entrecerrados, yo le sonreí con inocencia, eso pareció activar un botón de peligro en el pelinegro, por lo que se acercó unos centímetros más hasta mi, hasta poder sentir el calor que irradiaba su cuerpo, extendió su brazo y me tomó de la muñeca , con un toque algo áspero pero cuidadoso de no lastimarme.

-Jay- te encanta burlarte ¿no es así cariño? -me levanto de la manta donde estaba sentada, haciendo que suelte la Cámara. Acerco su rostro hasta mi oído y me dijo algo que me hizo estremecerme deliberadamente- ¿no es esa una suficiente provocación para poder querer castigarte?

-T/N- no sean tan serios, solo quería mantener un recuerdo lindo, de lo bonitos que se veían jugando -sentí mi corazon acelerase por segundo-

-Jay- ah, súper bonitos ¿no es así? . Pero por qué no vamos a preguntarles la opinión a los demás? Que te parece eso, hermosa? -me murmuro antes de llevarme casi arrastrada hacia donde estaban los demás-

protesté en todo el camino, poniendo resistencia en cada paso que dábamos. Aunque era muy evidente y notoria la diferencia de fuerza entre los dos, aun así, no quise permitir que eso me detuviera a intentar tratar de soltarme y huir del agarre de su mano.