⛓️Sold to the mafia⛓️

⛓️𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟏⛓️

⛓️A continuación....

-¿que quieres decir con eso?

La brisa de la noche comenzaba a pegarle con muchísima más fuerza de lo normal en todo el cuerpo. El viento hacía que los árboles se movieran de un lado a otro con brusquedad, expulsando en el proceso las hojas sueltas que quedaban en la Copa. El clima estaba extremadamente frío, con un aire siniestro, era como si el ambiente estuviera al tanto de la situación actual, manteniéndose frío y sombrío.

El chico había salido casi apresurado de su casa, apenas la notificación de unos mensajes llegaron a su celular, ahora se encontraba mareado por la reciente información. -que verdaderamente no esperaba recibir con tanta fuerza- Su cabeza daba vueltas y vueltas, con muchas preguntas y pocas respuestas en ese momento, no sabía en qué momento había comenzado a sentirse de tal manera, pero ahora no era un buen momento para eso, debía mantener la calma y una apariencia fría, sin un solo rastro de otra emoción en su mirada y expresión.

»no le digas esto a nadie ¿entendiste? -lo miro fijamente de forma fría y gélida, mostrando de nuevo su carácter aterrador y perverso- si dices algo, juro que no tendré piedad sobre tu alma.

Aquel hombre solo se río entre dientes un tanto incrédulo por su amenaza. No era algo que le sorprendía en nada, se lo había visto venir desde que le había avisando que se encontrarán en un lugar solitario y alejado de toda civilización. Metió sus manos en sus bolsillos, creando una postura intimidante y misteriosa, que de cierta forma la noche le favorecía.

-siempre el mismo cuento, pero al final no podrás hacerlo ¿sabes por que? , porque se muchas cosas que accidentalmente podrían salir a relucir, y eso no es exactamente lo que necesitas ahora ¿verdad? -continuó hablando, manteniendo sus mirada fija en los ojos oscuros y penetrantes de aquel joven-

El joven solo apretó con mayor fuerza su mandíbula, cerrando los puños fuertemente a cada lado de su cuerpo. Comenzaba a perder la cabeza lentamente, y este idiota no lo ayudaba en absolutamente nada.

Exhalo con fuerza, tratando de mantener su temperamento bajo control. No le quería dar la satisfacción de salirse con la suya

-No intentes jugar con mi paciencia -le advirtió en un tono amenazante-

El hombre formo una sonrisa ladina, encontrando un tanto divertida la forma en la que aquel joven trataba de asustarlo. No le temia jugar con fuego, le divertía y estaba dispuesto a soportar las consecuencias.

-¿o que harás? -le respondió desafiante mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho- Volverás a intentar amenazarme? Intentaras volver a atentar contra los fantasmas de mi familia?

»Te recuerdo que su vida cuelga a través de un fino hilo, por lo que si se me diera la maldita gana, podría simplemente decirle al gobierno su doble cara frente al mundo -se encogió de hombros, restándole importancia al asunto en cuestión-

Para ese momento, el joven mando a la mierda sus pensamientos de mantener el control, estaba sobrepasando su límite con sus malditas amenazas y provocaciones. Soltó una risa seca, sin ningún tipo de emoción reflejada en ella mientras negaba un par de veces con la cabeza como un completo maniático desquiciado. Regresó su vista al hombre, su expresión era una de completo peligro en ese momento, dio un paso al frente para quedar más cerca de aquel pedazo de mierda que lo estaba haciendo salir de su zona de comfort, y con una mirada aun más fría y gélida que la anterior respondió en un tono casi cortante:

-¿el Gobierno?..... Se me hace curioso que aun no hayas entendido nada sobre nuestra pequeña relación con algunos de los ejecutivos de la Gobernación -replicó con una clara nota de tensión en su tono de voz-