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Arlet

1891:

Al día siguiente Arlet lo primero que hace al despertar es voltear a su lado derecho y observa  como Tania sigue durmiendo tranquilamente. No tarda mucho cuando al ponerse de pie camina hacia el baño para darse una ducha pero entonces ve su ropa sucia de ayer y la recoge para sacar el papel que llegó a ella, leyendo nuevamente.

Nada es imposible cuando lo anhelas

(¿Que persona habrá sido?)

Arlet le daba vueltas a lo mismo pero no tenía respuesta para sus preguntas entonces volvió a guardar el papel y se dirigió hacia la ducha. Al salir de la ducha se viste con unos pantalones de color negro,una blusa de color blanco de tirantes y unas botas negras a lo igual que el pantalón. Cuando vuelve observa como Tania ya está despierta.

–Buenos días Tania,¿Dormiste bien?

–Dormi excelente–Tania se callo en el instante que ve la vestimenta de Arlet–¿¡Qué te pasa!?

–Al parecer no has despertado de buen humor, después de desayunar iré a visitar a Bert por si gustas acompañarme y después podremos visitar el pueblo completo,¿Si?

–Después de que te vistas desente Arlet,¿Que piensas al ponerte esa ropa? Pareces una...

–Callate Tania,no vuelvas a insinuar esas estupideces–Interrumpe Arlet antes de que termine.

–Hablo en serio Arlet,¿Por qué te pusiste esa ropa? Aunque no te agrade es lo que das a entender.

–¿Por qué lo dices? ¿Me ves desnuda o que?

–Seria el colmo.

–Sería mi manera de ser.

–Y según tú,¿Cuál es tu manera de ser?

–Libre. Ahora me apetece ir sola a la visita y no te preocupes,desayuna sin mi que no hay problema,ahora sí me disculpas saldré.

Arlet salió antes de que Tania dijera algo más no sin antes tomar el aquel papel doblado. Sin saber a dónde ir y evitando las miradas y murmullos le es mejor ir a visitar a Bert por lo cual camina hacia allá pero entonces escucho como una mujer grito algo y se acercó a Arlet lentamente asi que se volteo a verla.

–¡Aquí no aceptamos mujeres que se venden! ¡Fuera! ¡Fuera de este pueblo!–Arlet sin responder e ignorando el comentario apresura su paso hacia SSAR.

–Buenos días,me gustaría ver al señor Bert,¿Es posible?–Pregunto ya estando dentro del lugar.

–Buenos días señorita,me gusta su ropa–Dijo la señora sonriendo.

–No lo haga por convivir,no sería la primera en decirme muj...

–Entiendo a dónde quiere llegar y no,es verdad que me parece linda su ropa y bueno,con mis respetos usted es muy bonita.

–Gracias e igual usted y me puede llamar Ale o Alret,como guste.

–Me quedó con Ale si no es mucha molestia y la habitación del señor Bert es la misma,tome su llave.

–Gracias.

Arlet a los pocos segundos vuelve a estar de pie frente a la puerta de Bert,toca y al escuchar la voz de el es cuando abre la puerta.

–Hola señor Bert,soy Arlet por si ya se olvidó de mi.

–No podría olvidarte,nunca lo hice.

–No se adelante que nada está confirmado.

–¿No llevas contigo el collar?

–¿Qué?

–Cuando te deje en ese orfanato mugroso te deje con un collar,¿No lo tienes?

–¿Cómo sabe del collar?

–Ese collar era el que yo compartía con mi hermano,osea tú padre. Yo solía tener uno igual.

–¿Ya no lo tiene?

–Podria perder todo pero nunca ese collar.

–¿Puedo verlo?

Bert asiente y se lo enseña.

–Por cierto,te ves bonita.

–Usted no me mienta,me gusta que me digan lo que piensan de mi.

–Mis pensamientos de ti ahora mismo es que eres igual de guapa que yo,bueno yo soy más guapo pero tú no estás mal–Dice Bert sonriendo bajo la máscara.

–¿No piensa que soy una mujer que se vende?

–¿Qué? ¿Por qué pensaría eso? Tienes ropa puesta lo cual no es nada malo.

–Es lo que han dicho de mi.

–¿Quién te dijo?

–Varios decían eso pero una señora fue la que se acercó lentamente a mi y dijo que me vistiera decente y no como–Arlet soltó un suspiro –y no como una mujer que se vende.

–No debes escuchar malos comentarios que no aportan niña,a tú padre lo juzgaron mucho por simplemente pintar.

–¿Mi padre pintaba?

–Era su pasión después de tu madre y no es por qué sea mi hermano pero era bueno pintando.

–¿Cómo murieron?

–¿Ya desayunaste niña?–Pregunta Bert sin responder a su pregunta.

–La verdad es que no,salí molesta y ofendida de el departamento y al sentir tantas miradas mejor quise adelantar mi visita.

–Excelente,yo tampoco he comido. Vamos,en cinco minutos me llevarán a comer y si gustas me puedes acompañar.

–Yo no quiero molestar.

–Y si te dan miedo los psicópatas de este lugar tranquila que a mí familia nadie la toca,estás segura conmigo niña.

–Vale pero,¿Me contarás más de mis padres?–Pregunta Arlet sonriendo olvidando que aún no está confirmado ser parientes mientras que Bert asiente tal parece que contento.

Después de minutos los llevan hacia un comedor mientras Bert no para de hablar.

–Bueno,¿Que te gustaría desayunar?

–Lo mismo que todos claro.

–Por favor dime lo que se te antoja.

Arlet sonrío y entonces le respondió. Después de terminar Bert la invitó al patio trasero de SSAR el cual era amplio y lindo.

–¿Te gustan las rosas?–Pregunta Bert al ver como ella se acerca a las rosas plantadas.

–Bastante,¿A ti?

–¿Por qué te gustan?

–Por su color,olor y la forma que tienen. Es una obra hermosa de la Naturaleza,¿No crees?

–Claro que si,compartimos ese gusto de las rosas y me alegra la verdad, una vez un muerto dijo en sus últimas palabras que la rosas esconden demasiadas cosas detrás de esa belleza que la caracteriza.

–¿Crees que tenía razón?

–No puedo confirmar nada.

–Pero tampoco puedes negarlo,¿Cierto?

–Cierto–Respondió Bert sonriendo.

–¿Y no habla con nadie?

–No suelo hacerlo,hace tiempo que no salía de esa habitación.

–¿Qué? ¿Por qué no?

–Segun las reglas solo las personas que tienen visitas pueden salir al patio junto a ellas.

–Mala regla.

–No es tan mala,esa regla tiene temporadas.

–De igual manera no está muy bien pero no opino porque tal vez me equivoco.

–Siempre da tú opinión niña.

My mask favoriteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora