Juan era demasiado puro y tentador
como para que Spreen
no quisiera probar un bocado de él
𓏲·˚🦴 Se shipean cubitos ᝬ
⩨ story original by 𝖑𝖎𝖝𝖝𝖘𝖎𝖜𝖘 ┊adaptación permitida !
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Spreen era conocido por todo el mundo como el mejor estudiante de la universidad de Spreenfield, elegante, educado, buen amigo, estudiante ejemplar y buen hijo. Ante los ojos de muchos era el chico perfecto.
Pero esa era sólo una máscara, la cual le gusta usar demasiado, porque así las personas no lograban conocer al verdadero Spreen DMC.
Ellos conocían al perfecto, cuando en realidad era un gran hijo de puta con 24 años que deseaba cogerse a su estudiante de 20 años.
Debido al bajo rendimiento de Juan en la escuela, durante su tercer año de universidad no le quedó de otra más que aceptar un tutor para poder corregir sus terribles notas. La verdad es que odiaba tener que recibir ayuda de un tutor, pero no había nada que el pudiera hacer. Al final de cuentas resultó que su querido ayudante sería Spreen.
¿Que si lo conocía?
Por supuesto que lo hacía, todos en aquella universidad, los mil doscientos setenta y cinco estudiantes conocían a Spreen. Porque era guapo, era amigable, sobresalía en los eventos de la escuela, formaba parte del club estudiantil como el presidente desde luego. Y siempre que tenías un problema él podía ayudarte.
El problema para Juan era que, estaba secretamente enamorado de aquel chico híbrido y que ahora le daba pena ir a su tutoría con él. No es como sí fuera a decirle que le gustaba, porque Juan sabía que Spreen podía estar enamorado de alguien más, siendo tan alabado y proclamado por la gente, se podía imaginar que aquel pelinegro estaría más interesado en alguna linda chica de alguna de las facultades de la universidad.
Le agradaba porque podía tener un poco de su atención durante las clases extras por las tardes, cuando se reunían en la biblioteca y estudiaban por tres horas seguidas.
Juan trataba de prestarle siempre atención, Spreen trataba de hacer que Juan se mantuviera concentrado en lo que le enseñaba para terminar a tiempo. Porque cuando la tutoría terminaba el sol comenzaba a ocultarse poco a poco, a veces Spreen lo acompañaba a tomar el autobús, otras veces subían juntos y se sentaban uno al lado del otro.
En el segundo mes de tutoría, Spreen entendió que Juan era tentador, porque aquella vez cuando subieron al autobús y no encontraron lugar para sentarse, Juan se agarró de los tubos para no caerse, Spreen se quedó a su lado y odió tanto hacerlo, porque vió con sus propios ojos como unos chicos de otra universidad le tocaban el trasero a Juanito.
Ese día Spreen recibió dos golpes en su rostro por haber peleado con ellos, sin embargo, aquellos chicos también salieron lastimados. Juan se lo agradeció llevándolo a su casa y atendiendo sus pequeñas heridas con un poco de alcohol y gasas.
Juan se sintió feliz cuando Spreen lo defendió y el híbrido se sintió tan furioso por haber visto como ellos tocaban a Juan tan descaradamente, pero sobretodo, le enfureció mucho más por el hecho de que no quería que nadie más lo tocara, porque se podía ver así mismo haciéndole lo mismo al menor.
