Capitulo 11

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He An despertó hasta el día 1 de enero. Abrió los ojos y pudo ver una banda blanca, ancha y larga, extendiéndose sin fin hacia ambos lados del techo. Sus ojos se enfocaron ligeramente y via una lámpara fluorescente sobre su cabeza, le ardieron los ojos.

Después de haber dormido por varios días, su cerebro no se sentía del todo despierto. No sabe ni qué hora es o el lugar en donde se encuentra. Pero su primer movimiento subconsciente fue tocar su estómago. Su estómago era plano, ya no había un bulto grande. ¿Lirio de los valles?

Entró en pánico y por un instante sintió que su cuerpo se petrificaba, con tanto miedo sus cinco sentidos volvieron. En ese instante una gran cantidad de ruidos repentinamente ingresaron a sus oidos: conversaciones, alguien caminaba, el chocar tazas y cuencos, bebés llorando... Ruidoso y caótico, como si fuera un mercado. Inmediatamente después, su nariz olió todo tipo de aromas fusionados: el olor a leche, el olor a comida, el olor a desinfectante y el leve olor a feromona suave de Omega.

Sombras frecuentes aparecieron frente a sus ojos, He An no podía ver con claridad, quería sentarse y preguntar sobre la situación. Tan pronto como intentó sentarse, un dolor agudo y desgarrador vino de la parte inferior de su abdomen.

-¡Auch!

He An gimio y se dejó caer sobre la cama.

-Oye, ¿estás despierto?

Escucha una voz clara y viva a su lado

-No te muevas, acuéstate, todavía tienes un corte en el estómago, ten cuidado de no esforzarte de más.

He An soportó el dolor, exhaló y descansó por unos momentos.

Miró en la dirección de la voz y vio a un Omega con cabello castaño y cara redonda sentado en la cama de al lado de la suya, mirándolo. El omega estaba acompañado por un Alfa grande y músculos. El Alfa llevaba un traje de aislamiento de feromonas, con un sellador transpirable que inhibe la liberación de feromonas adheridas a la parte posterior de su cuello. Sus músculos se ven fuertes y su imagen es salvaje. Como contraste a su apariencia, sostenía a un pequeño bebé en sus brazos, meciéndolo sin prisa.

He An pudo ver claramente la escena en la habitación. Esta es una sala de seis camas, en todas hay omegas, todos acaban de dar a luz. Probablemente debido al bajo precio, el área de la sala no es grande. Omegas, Alfas, bebés recién nacidos, familiares y amigos están en la misma habitación. Diecisiete o dieciocho personas están abarrotadas en ese pequeño cuarto. El ambiente es entre animado y ruidoso.

Las salas económicas no protegen la privacidad. Cada cama cuenta con tres barras transversales con cortinas, es como un cubículo temporal. Hay una cuna al lado de la cama del omega. He An miro hacia atrás y descubrió que también él tenía una. Estaba cubierta con un suave cojín de esponja azul claro, pero estaba vacía. Estaba preocupado por la seguridad del niño y no podía evitar ponerse ansiosa. Quería encontrar un médico para preguntar sobre la situación.

En este momento, Cheng Xiu entró al cuarto con una caja de almuerzo, llevaba una alita de pollo en la boca.

-¿He An?

Al verlo, los ojos de Cheng Xiu se abrieran y exclamó sorprendido

-¿Estás despierto?

Tan pronto como abrió la boca para decir esas palabras, el alita de pollo se volvió como heno en la boca de un conejo, desaparecieron por completo después de tres segundos en la boca de Cheng Xiu. La garganta de Cheng Xiu se movió hacia arriba y hacia abajo, se limpió la boca y se dirigió a la cama de He An, mirando a su alrededor con preocupación

-¿Cómo estás? ¿Está mareado o adolorido, necesito llamar a un médico?

Antes de que He An pudiera responder, Cheng Xiu ya había tocado el timbre.

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