🐺Capítulo 6🐺

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Valeria

Había una intensidad en sus ojos y una conexión que me dejaba sin aliento, pero también había algo en su mirada que me hacía sentir que estaba al borde de una realidad que no entendía. En mi corazón, sabía que estaba a punto de enfrentar algo monumental.

Cuando Damián finalmente se apartó de mí, la habitación estaba silenciosa. Mi mente giraba mientras trataba de procesar lo que había vivido y lo que me había confesado. —"Eres mi compañera"— resonaba en mis oídos, pero el pánico empezaba a apoderarse de mí.

—"Damián, ¿qué te pasa? No entiendo..."— murmuré, sintiendo cómo mi voz se quebraba. La intensidad de su deseo se había atenuado, y en su lugar, había una sombra oscura bailando en su mirada.

Sus ojos comenzaron a cambiar, convirtiéndose de un azul brillante a un negro profundo.—"Valeria, escucha..."— dijo, pero su voz estaba llena se una desesperación que me hizo retroceder —"Soy un hombre lobo"

En un instante, la verdad me golpeó: Damián era un hombre lobo. Esa revelación llenó mi mente de imágenes de películas y cuentos de seres sobrenaturales. Retrocedí un paso, tratando de procesar la información nueva mientras el miedo comenzaba a trepar por mi columna.

"¡No! Esto no puede ser real," dije, sintiendo la incredulidad marcando mis palabras mientras mis ojos buscaban una salida. La idea de estar atrapada con un ser sobrenatural me paralizaba de terror.

"Valeria, no te vayas. Tienes que entender..." intentó explicarme mientras se movía hacia mí, pero el miedo me invadió, y giré sobre mis talones, buscando desesperadamente la puerta. Necesitaba salir de allí, alejarme de él y de esta nueva realidad.

Comencé a correr, pero apenas había dado unos pasos cuando el dolor de la mordida en mi cuello me tomó por sorpresa, como si un rayo me llegara al centro de la piel. Me detuve, la presión en mi garganta me hizo tambalear, y una punzada de miedo se apoderó de mi mente. —"¡Damián, ayúdame!"— grité, sintiendo que la confusión y la desesperación me envolvían.

—"Valeria, no te muevas"— me dijo, su voz temblando con un profundo poder.— "Mi lobo está en la superficie. La mordida... te ha marcado. No puedo dejar que te alejes ahora."

—"¿Qué quieres decir con que tu lobo está en la superficie?"—pregunté, aterrorizada, con el pecho agitado y mi respiración entrecortada.

—"Cuando se siente amenazado o cuando percibe tu miedo, se desata"— explicó, acercándose a mí lentamente. Podía ver cómo la lucha se agitaba en su interior, y algo dentro de mí quería confiar, pero el miedo me mantenía alejada.

—"No quiero... no sé cómo manejar esto, Damián" —dije con la voz rota, sintiendo la desesperación que me invadía.

—"Eso es lo que quiero evitar"— respondió con una sinceridad que hizo que mi corazón se encogiera. —"Valeria, lo que pasa entre nosotros es más que carne. Es un vínculo. Deberías sentirlo, aunque sea un poco."

Me detuve, temblando entre el miedo y la curiosidad de lo desconocido. —"Pero tú... eres un hombre lobo. Esto es una locura. No puedo quedarme aquí"— dije, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos.

—"Eres mi compañera, y te protegeré a toda costa. No te alejes porque con tu miedo, avivas a mi lobo. Tengo que mantener el control"— explicó, apretando los dientes, sus ojos negros aún brillando intensamente.

Tomé una respiración profunda, mi corazón haciendo malabares entre la vulnerabilidad y la necesidad de huir. —"¿Pero qué hay de mí? No sé cómo enfrentar todo esto. Nunca he estado en una situación así."

Damián se acercó, su mirada suave y repleta de la intensidad que no podía ignorar.— "Lo sé, y no tienes que hacerlo sola. Estaré contigo. Te guiaré. Solo prométeme que no huirás de lo que somos"— rogó, su voz temblando con un hilo de desesperación.

A pesar del caos en mi mente, sentí que su promesa traía un pequeño rayo de esperanza. La idea de no estar sola me dio fuerzas, aunque el camino seguía sin estar claro. —"Está bien, Damián. No huiré... pero necesito entender. Necesito saber cómo es esto."

La Obsesión Del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora