A veces, el amor florece en los lugares más inesperados, como una rosa en un desierto. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando ese amor se convierte en una prisión dorada? Cuando las cadenas de afecto se entrelazan con las de la obsesión, la libertad se des...
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Doce años después
Hace dos años, el gran jefe Hakoda y los hombres de la tribu decidieron unirse al reino tierra para luchar juntos contra la Nación del Fuego, dejándonos a Katara, Sokka y a mí al cuidado de nuestra tribu. Algunos creen que el Avatar nunca volvió a nacer entre los nómadas aire y que el ciclo está roto, pero yo no he perdido la esperanza. Todavía creo que de alguna manera, el Avatar regresará para salvar al mundo.
Nos encontrábamos Katara, Sokka y yo intentando pescar para llevar comida a la tribu. Mientras Sokka intentaba cazar peces con su lanza, Katara y yo utilizábamos el agua contol.
—¡No se escaparán esta vez! Miren y aprendan, Katara y Agni, así es como se atrapa un pez- presumía Sokka, tan concentrado en su tarea que no se dio cuenta de nuestros avances. Katara, con una sonrisa desafiante, creó una burbuja de agua con un pez dentro.
—¡Ah, Sokka, mira!- exclamó, acercando la burbuja de agua con un pez dentro hacia la canoa.
—¡Shh, Katara! ¡Vas a espantarlos!- replicó Sokka, sin apartar la vista de su objetivo.
—¡Muy bien, Katara! ¡Lo estás haciendo genial!- la animé, tratando de mantener su confianza.
—Ya puedo oler la comida- comentó Sokka con una mueca, imaginando un banquete de pescado cosa que no es raro en el siempre piensa en la comida .
—¡Pero mira, Sokka! ¡Atrapé uno!- exclamó Katara, emocionada. Justo cuando iba a depositar el pez en la canoa, Sokka, en un movimiento brusco con su lanza, hizo que la burbuja se rompiera, mojándonos a todos y dejando escapar al pez. Solté una carcajada ante la escena.
—¿Por qué cada vez que juegas con tu 'magia del agua' termino empapado?- se quejó Sokka, visiblemente frustrado. Era comprensible; el frío era intenso y la situación se repetía a menudo.
—No es magia, Sokka, es control del agua- intenté explicarle una vez más.
—Es un antiguo arte de nuestra cultura, bla, bla, bla"- respondió él, interrumpiéndome. -Si tuviera poderes raros, no estaría molestando a nadie.-
—¿Nos estás diciendo raras? No soy yo la que se la pasa sacando musculos cada que veo mi reflejo frente al agua- replicó Katara, divertida pero molesta. Entendía su frustración; era difícil adaptarse a los diferentes estilos de vida. Sokka, al verse descubierto, se puso más a la defensiva.
"¡Ahh!" nos quejamos todos cuando la canoa chocó con un pequeño iceberg y nos adentramos en una corriente de agua.
Sokka fue el primero en reaccionar y comenzó a remar para tratar de salvarnos. Enseguida, Katara tomó el otro remo y yo me incliné en la canoa para intentar salir de la corriente con el agua control. Pero no pude ser de mucha ayuda pues la canoa se movía mucho y no podía concentrarme bien en mis movimientos. La canoa chocó por segunda vez y yo casi caigo al agua. Escuché cómo Katara, preocupada, me decía que tomara más cuidado.
