Capitulo 4

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Jungkook se adentró en la iglesia, había bastantes personas y ya casi estaba por llenarse

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Jungkook se adentró en la iglesia, había bastantes personas y ya casi estaba por llenarse. Miró, con detenimiento, nunca había asistido a ese tipo de costumbre humana, rezar, ir a misa, esas cosas no eran propias de él. De pronto su atención se fijó en un chico justo al frente que le daba la espalda, no podía creerlo, era él, no había ninguna duda.

Su ángel estaba a unos metros del alcance de sus manos.

Sintió su propia excitación crecer, se mordió el labio al recordar aquellos gemidos tan lindos cuando él lo tocaba. Le encantó descubrir que ese hermoso ángel era virgen en todos los sentidos. Sabía que ya no necesitaba de su ayuda, no estaba en peligro de muerte ni tampoco débil, pero pese a eso no podía dejar de desear poseerlo, y eso llegaba a sorprenderlo, puesto que nunca había sentido tal interés por un chico.

Tenía que terminar lo que había empezado.

Cuando las personas finalmente comenzaron a abandonar la iglesia, Jungkook permaneció en el mismo sitio, Taehyung tampoco se movía y no parecía querer hacerlo. Miró a los padres de este, le dijeron algo y salieron como las demás personas. Antes había dicho que no lo volvería a ver, pero el destino nuevamente le sonreía.

—¿No vienes? —preguntó su madre a punto de salir.

—Me quedaré un rato, ve a casa —respondió sin apartar la vista de Tae, no quería que se le escapara. Su mamá se fue sin insistir y luego de unos minutos la iglesia quedó sola.

Jungkook lo contempló, este rezaba con sus ojos cerrados, ¿era así siempre? Taehyung era bastante devoto. El íncubo vio, luego de varios minutos, como él se levantaba y salía por otra puerta diferente a la principal. Jungkook lo siguió sin titubear.

La puerta daba a un patio pequeño y antiguo, pero con plantas muy bien cuidadas, en medio de todo se encontraba una fuente en perfecto funcionamiento. Jungkook reparó a Taehyung que se acercaba para mirar su reflejo, tenía un aspecto tan triste. Ya se encargaría él de alegrarle el día... y la noche.

Se acercó sin hacer ruido detrás de su hombro y esperó a ver su reacción. Tae volteó apenas unos segundos después, bastante sorprendido.

—Hola, cuánto tiempo, ángel.

Jungkook dejó escapar una risa baja al ver la boca abierta de Taehyung, ese chico era tan gracioso. Pudo percibir su nerviosismo y eso ensanchó más su sonrisa. Tae parecía un tipo de animal asustado, imaginando seguramente el suceso pasado entre ellos en esa misma iglesia.

—¿Cómo...? ¡Eres el maniático violador! —gritó apuntándolo con el dedo. Jungkook enarcó una ceja—. Por un momento pensé... Creí que lo había imaginado todo.

En el fondo Taehyung sabía que no era así, la mancha de sangre era la prueba de que lo había llevado a su casa, que ese chico era real, pero intentó engañar a su mente para que dejara de pensar en tonterías con respecto a él.

La Tentación del Ángel | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora