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"Por favor, Nate, ¿no puedo ir una hora?", suplicó Charlotte. Los dos se dirigían al colegio para el partido.
"Papá me mataría, ¿quieres eso?" preguntó Nate.
"¿Puedes hablar con él al menos? Por mí, ¿puedes averiguar cómo le va?". Charlotte suplicó una vez más. Las lágrimas empezaron a asomar por el rabillo de sus ojos.
"Basta Charlotte, aceptaste las condiciones de papá. Todos lo hicimos. Ya está enfadado conmigo, no voy a arriesgarme a que se enfade otra vez" dijo Nate con voz severa.
Charlotte giró rápidamente la cabeza avergonzada por estar llorando. Miró por la ventanilla del coche intentando contener las lágrimas.
Cuando el coche se detuvo en el aparcamiento, Charlotte se secó las lágrimas con la manga de su chaqueta antes de saltar del coche y correr por el aparcamiento.
"Vamos Charly, tienes que entenderlo" gritó Nate.
"Creo que es al revés Nathan. Tienes que entender lo que siento, te importa el baloncesto y ya está" le gritó Charlotte. Miró a su alrededor y vio que la gente la miraba. Se dio la vuelta y se dirigió al gimnasio.
"Charly, ¿estás bien?" preguntó Brooke cuando Charlotte pasó a su lado secándose las lágrimas que de nuevo habían empezado a rodar por su cara.
Corrió al baño del pasillo llorando sobre el lavabo.
"¿Charly?" volvió a gritar Brooke. Levantó la vista para mirar a Brooke, con el rímel corriéndole por la cara.
"¿Qué te pasa? preguntó Brooke muy preocupada.
"No es nada" mintió Charlotte, sollozando entre palabra y palabra. Brooke frotó la espalda de Charlotte intentando relajarla.
"Estoy bien, de verdad" dijo Charlotte cogiendo una toalla de papel y secando todo el maquillaje que se había corrido.
"Tengo algo de maquillaje en mi bolso" dijo Brooke mientras salía corriendo del baño. Charlotte salió cuando el rímel que se había corrido ya no era visible.
"¿Estás bien?" Preguntó una voz detrás de ella.
"Estoy bien", respondió dándose la vuelta. Para su sorpresa era Lucas.
"Charlie, vamos, tenemos unos minutos para arreglarte el maquillaje", le dijo Brooke desde la puerta doble que daba al gimnasio. Charly se giró lentamente antes de correr hacia Brooke.
___
El partido había sido una mierda. Lucas había fallado todos los tiros. Sea quien sea esa persona tan conocida del River Court no era más que un ahogado en la cancha de baloncesto. Esto alimentó aún más el ego de Dan y Nathan. Los dos estaban prácticamente en las nubes.
Charlotte no estaba nada contenta.
Entró en casa y se encontró con que su padre aún no había llegado.
"¿Papá?" Nathan llamó dejando caer su bolsa de deporte junto a la puerta principal.
"Gracias a Dios", murmuró Charlotte.
"Vamos Charly, actúas como si fuera tan malo" Acusó Nathan.
"¿En serio Nathan? Siempre está encima de ti y a sus ojos nunca soy lo suficientemente buena". Respondió Charlotte.
"Lo que sea, voy a recoger a Peyton" dijo Nate todo frustrado. Cerró la puerta de un portazo.
Charlotte frustrada fue a la cocina por un bocadillo.
"¿Dónde está Nate?" Preguntó Dan mientras entraba por la puerta de la cocina.
"Fuera" respondió Charlotte.
"Estaba a punto de volver a ver el partido de esta noche. ¿Quieres verlo conmigo? Me podría servir un segundo par de ojos, ver todos los errores que el chico nuevo hizo" Dan comentó con una risa.
"Te refieres a tu hijo, y no gracias. Me voy a la cama", se burló Charlotte, cogiendo una manzana y dirigiéndose a su habitación.
"Estás patinando sobre hielo delgado" le gritó Dan molesto con la actitud que ella había estado dando últimamente.
"Lo que tú digas" murmuró Charlotte en voz baja cerrando la puerta de su habitación tras de sí.
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