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Charlotte estaba en el umbral de su casa esperando a que su madre llamara a la puerta. Era una sensación extraña, ser un extraño en algo en lo que has crecido.
Miró por las ventanas y no vio ninguna luz encendida ni el coche en la entrada. Se dirigió al coche de Nathan saltando en el asiento del pasajero.
"¿No ha habido suerte? Preguntó Nathan.
"Supongo que no está en casa", dijo Charlotte.
"Si necesitas un sitio donde quedarte, eres bienvenida en casa de Haley y mía", dijo Nathan.
"Gracias" murmuró Charlotte.
"¿Cómo estás?" preguntó Nathan. Charlotte enarcó las cejas.
"Bien, supongo", respondió Charly.
"Bien no es una buena respuesta. ¿Cómo estás de verdad?" volvió a preguntar Nathan. Charlotte le miró durante un segundo antes de derrumbarse.
"¿Arruiné mi vida? ¿La he cagado? ¿Tiene razón mamá?" espetó Charlottr. "¿Intento jugar a las casitas para demostrar qué? ¿A mamá? Está claro que no va a venir pronto. Ya ha expresado su opinión al respecto. Papá es otro tema del que prefiero no hablar. Tú, fuiste y te casaste sin siquiera decírmelo. Creía que nos lo contábamos todo... al menos lo hacíamos cuando éramos niños" Charlotte empezó a llorar a lágrima viva por su mejilla, dejando tenues manchas de lágrimas.
"Charly-" empezó Nathan.
"No Nathan. La cagamos de verdad. Dejamos que nuestras emociones se interpongan. Debí quedarme con el baloncesto, dar a Jenny en adopción. Escuchar lo que dijo papá. Nunca debimos hablar con Lucas, involucrarnos con él. Deberíamos habernos apegado a lo que sabíamos hacer mejor. Complacer a papá y seguirle la corriente" terminó Charlotte. Suspiró dejando salir.
Estaba encorvada y apoyaba la cabeza en el regazo.
Nathan suspiró con fuerza.
"Nada nos habría cambiado estando en esta situación. Papá se habría llevado a sí mismo a tener un derrame cerebral de una manera u otra. Mamá y papá se habrían divorciado y uno no se iría de casa. No pienses que esto era evitable Charlotte. Esto estaba lejos de ser evitable. También estaba predestinado a suceder", terminó Nathan mientras se acercaba a su apartamento.
Los dos salieron del coche y se abrazaron durante un minuto.
"Por cierto, no estás jugando a las casitas. Ninguno de los dos", dijo Nathan. Charlotte sonrió un instante. Subieron las escaleras y dentro vieron a Haley que los miraba preocupada.
"¿Ha ido mal?" preguntó Haley temiendo que las lágrimas fueran de Deb.
"No estaba en casa. Qué tal si hacemos galletas o algo. Puedes lamer la espátula" se burló Nathan.
"Woah Nathan dejarte lamer la espátula que es una gran cosa" Haley se burló abrazando Charlottw antes de agarrar la harina y esas cosas. Los tres en un estado de ánimo ligeramente alegre comenzaron a hacer galletas.
"Conociendo a Brooke, ¿qué puedo esperar esta noche?", preguntó Haley, nerviosa, mientras colocaba las pepitas de chocolate.
"Algo grande, llamativo y que no sea de tu gusto", comentó Charlotte. Haley puso los ojos en blanco y parecía aún más preocupada.
"Pero divertido. Brooke sabe divertirse. Disfruta de cada minuto", dijo Nathan limpiando la cara de Haley con harina. Haley, a su vez, le tiró harina a Nathan y, unos segundos después, la harina volaba por los aires.
Los tres se rieron, divirtiéndose, despreocupándose y, lo más importante, actuando como si tuvieran su edad por una vez.
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