Miyeon seguía sin saber que decir, temía que Nicha se enterara de todo y la dejara de hablar o algo por el estilo.
──No me digas que fue por la caída del lunes── La menor habló prepcupada extendiendo su mano para intentar tocar el labio de Miyeon.
──¿Qué? ¡No! Claro que no── Miyeon habló rápido tomando el dedo de Nicha con su mano para que esta no tocara su herida.
No sabía por qué había reaccionado así, tenía la excusa perfecta para que no se supiera la verdad detrás de esas heridas, pero el ver a Nicha tan preocupada por ser la posible causante de sus lesiones le impidió a Miyeon dejarla con esa culpa.
──¿Entonces?── La tailandesa preguntó preocupada.
Y eso que aún no veía los moretones en sus ojos.
──Yo...── Miyeon no sabía que responder.
──Aquí está su desayuno, que lo disfruten── Una mesera las interrumpió.
──Bueno, a comer── Miyeon soltó una risita nerviosa mientras tomaba una porción del desayuno en su platito.
A lo cual Nicha la siguió, le gustaba comer, pero si había algo más que le estuviera gustando en estos momentos era tener una idea más clara de como era el rostro de Miyeon, podía ver un poco los ojos de la mayor a través de esos oscuros lentes de sol, aunque no lo suficientemente como le gustaría y estaba viendo la bonita naríz y boca de la contraria, era demasiado linda a pesar de esa herida en su labio, la cual no tenía ni la mayor idea de cómo la contraria se la habría hecho.
Continuaron desayunando de forma tranquila mientras se conocían un poco más, para Nicha aquella chica era alguien muy interesante, se moría de ganas por saber si aquella linda mujer salía con alguien y si estaba soltera no perdería la oportunidad de intentar algo con la contraria, tal vez llevaba poco tiempo de haberla conocido, pero a decir verdad la coreana llamaba mucho su atención.
Hacía mucho que la comida se había gastado, sin embargo la conversación era demasiado entretenida como para acabarla.
Desafortunadamente una alarma interrumpió su agradable convivencia.
Y sí, Miyeon había puesto aquella alarma para no arriesgarse a descuidar el tiempo y que Minho la encontrara afuera de casa.
──Lo siento mucho, pero debo volver a casa── La menor se disculpó comenzando a levantarse.
──Espera...── Nicha la tomó de la mano para evitar que se fuera ──Fue divertido charlar contigo hoy y me gustaría saber si podíamos vernos mañana también, claro, solo si quieres.
Miyeon se sintió feliz por aquello, parecía que al menos una persona se interesaba en ella realmente, a pesar de ser una desconocida de cierta forma se sintió bien sentirse querida.
──Por supuesto── Miyeon asintió para intentar colocarse el cubrebocas.
Pero Nicha no se lo permitió, tomó sus manos para apartarlas de su rostro y besó su mejilla en forma de despedida.
──Entonces te veo aquí mañana── Se despidió la tailandesa.
──Claro── Miyeon asintió algo avergonzada colocándose el cubrebocas para ocultar su sonrojo.
Si en Corea no era tan común el contacto físico, para Miyeon era aún más extraño debido a que a pesar de no interactuar con nadie, el único contacto físico que recibía eran los golpes de su esposo.
"Tal vez en Tailandia así suelen despedirse" Miyeon pensó y sin más regresó a casa.
Automáticamente recordó preparar el almuerzo para su esposo, optó por hacer un poco de arroz frito con verduras y una vez estuvo listo lo sirvió en un par de platos los cuales colocó en la mesa para esperar hasta la llegada de su marido.
Y mientras esperaba sentada en el comedor una loca idea pasó por su cabeza, no tenía ganas de lidiar con Jin, no hoy que había tenido un buen día, entonces ¿Que pasaría si disolveriera una pastilla para dormir en el agua de su esposo? ¿Sería peligroso? ¿Qué pasaba si él llegaba a enterarse? Violencia la recibiría de cualquier modo, así que, ¿Por qué no arriesgarse?
Entonces lo hizo, dejó la pastilla diluirse en el agua y esperó a la llegada del contrario.
Un portazo notificó cuando este regresó a casa.
──Hola cariño── Miyeon saludó.
──¿Qué quieres?── Respondió el contrario.
──¿Cómo te fue en el trabajo?── Intentó Miyeon llamar su atención.
──No te importa.
Minho estaba a punto de irse a su habitación.
Pero Miyeon lo llamó de nuevo.
──¿No almorzarás? Preparé arroz.
──Almorcé en el trabajo, ya deja de molestar.
Y justo cuando la menor creyó haber fracasado con su descabellada idea vió a su esposo tomar el vaso de agua que le tenía preparado y beberse todo el contenido de un trago.
──Y recoge todo, no quiero desorden en mi casa── Este habló continuando su camino.
Miyeon lo hizo, al terminar su almuerzo recogió de nuevo las cosas, su esposo por su parte se pasó el resto del día durmiendo. Fue un alivio para Miyeon llegar a su habitación y verlo en su cama aún con parte de su uniforme de trabajo, esa pastilla había hecho efecto rápido.
El resto del día Miyeon se la pasó en la cama al lado de su casi inconsciente marido mientras miraba su celular y hablaba con Nicha sobre lo divertido que había sido el día de hoy, no podía esperar para verla al siguiente día y fue por eso que decidió dormir y dejar las horas pasar hasta que fuera momento de ver nuevamente a la tailandesa. Entonces apagó su teléfono y se acurrucó de su lado de la cama sintiendo el olor de un perfume femenino desconocido, ella no era tonta, sabía lo que eso significaba.
Pero dolió más el hecho de escucharlo de la propia boca de su esposo cuando este la abrazó mientras dormía y susurró el nombre de otra mujer.
──Yoonah...── susurró unas cuantas veces contra el cuello de Miyeon mientras la abrazaba.
Y una lágrima resbaló por la mejilla de Miyeon, seguida de otra, y otra y otra más comenzando a sollozar. No se contuvo, Minho no iba a despertar de todas formas.
Se sentía insuficiente y en medio del llanto se preguntó cómo es que era esa chica, seguramente era linda, con una bonita sonrisa y unos ojos atractivos.
"Tal vez ella no es estéril" Miyeon pensó mientras lloraba y en medio del llanto se durmió.
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estéril | mimin
Fiksi PenggemarDespués de cinco años de matrimonio, Miyeon comienza a ser víctima de violencia por parte de su esposo, quien la acusa de ser incapaz de darle descendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Nicha, quien se vuelve muy especial para ella, lleg...