Capítulo 8

2 2 0
                                    

Emma

Ya había pasado una semana y media desde que terminé con Dexter. Mi vida eran bajadas y subidas emocionales.

Max me acompañaba todo lo que podía, pero no siempre le daba el tiempo. Insistió en que me quedara en su departamento hasta que mis padres volvieran, pero me negué, no quería que se sintiera responsable de mí.

Hoy me puse a pensar sobre la llegada de mis padres, de seguro sería un escándalo.

Y como si los hubiera invocado, mi celular comenzó a sonar. No tenía de otra que afrontar lo que tocara.

-Hola.- empecé.

-Nos enteramos de lo de Dexter.- dijo mi padre a través del teléfono.

Suspiré, mi padre no era peor que mi madre, pero tampoco mejor.

-Lo suponía, por algo llamaste.

-Seré directo si así lo quieres. La familia de Dexter no ha hablado con nosotros aún, así que, o les da igual, o no se han enterado.

-Lo más posible es que estén más que gustosos.- solté un sonido parecido al de una risa fingida.

-No me interesa, su hijo no quedará mal como tú, por eso estoy atrasando los titulares lo más que puedo.

-¿Cómo...?- no me dejó terminar.

-Lo importante es darles algo mejor aún para sus programas de quinta. Imagino que ya entendiste que tengo todo resuelto.

-Sí,- solté el aire que no sabía que retenía, algo le faltaba decirme- pero también imagino que algo deberé de hacer. Habla de una vez, sin rodeos.

-Harás un evento, refinado, de buen gusto, como los que organiza tu madre. Encárgate de invitar a nuestros socios y toda persona de estatus que conozcas, será algo beneficioso.

-Será un arma de doble filo, ¿Lo sabes?

-Sí, al no verte con Dexter se confirmará cualquier sospecha, pero si hacemos gran dinero para caridad, o si algo ocurriera, tu historia pasará a segundo plano. Dales algo de que hablar hasta que lo demás se olvide.

-Visto con algo caro, lo suficiente como para que piensen que soy una niña tonta y mimada, a la que sus padres han dejado a cargo para un evento, y para completar el papel, me comporto como una tonta sin cerebro, dándoles las más lindas fotos para revistas.- dije- Bien. Me aseguraré de ir con Max, dirán que tengo un hombre y nadie se atreverá a preguntar sobre mi antigua relación, sino que inventarán algo mío con él.

-Sí, pero sabes que eso puede salir mal y que digan que eres una puta por andar con alguien tan pronto.

-Lo sé, pero no importa lo que digan los programas de chismes, la gente se cree lo que ven en redes. Mis seguidores y los de Max defenderán que solo es amistad y tendrán que aceptarlo, no es la primera vez que me acompañaría.

-Pues cerrado entonces, te estás convirtiendo en una chica fuerte, Emma.

Un escalofrío corrió por mi cuerpo.

-Siempre lo he sido, aunque no lo creas. Me encargaré de ir haciendo los preparativos, estará todo listo muy pronto.

Y colgué, no me interesaba si tenía algo más que decir.

Tal como dije, empecé a hacer llamada tras llamada, cita tras cita, y acuerdo tras acuerdo. Esto era cansado.

Me encargué de reservar un buen lugar, ver ideas de invitaciones, buscar auspiciadores, localizar artículos lo suficientemente caros para ser subastados, y demás cosas.

Ya tenía los lugares de cada quien incluso aún no hubieran confirmado, sabía que todos asistirían apenas vieran el apellido de mi familia en las invitaciones. Voy a admitir que fue divertido, pero también lo más problemático: Estuve media hora haciendo cambios para que dos familias enemistadas no tuvieran que convivir.

Cuando me fijé en la hora eran pasadas las dos de la madrugada.

Guardé todo y me fui a dormir, mañana sería un día ajetreado porque debía crear las invitaciones y atender las citas que me dieron, era un milagro haberlas logrado. Supongo que mi familia tiene más alcance del que imaginaba.

No fue mucho hasta que me quedé completamente dormida, ajena al ruido que se escuchaba desde afuera. O fue así hasta tocaron mi puerta de la manera más desesperada posible.

¿Quiénes somos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora