Capítulo 9

3 2 0
                                    

Emma

¿Ladrones? ¿Secuestradores? ¿Fans locas de Dexter que buscan mi cabeza? ¿Reporteros?

No me dieron mucho tiempo de pensar cuando empezaron a aporrear la puerta con demencia.

Antes de todo me fijo en la hora.
4:51 am

¿Quién mierda toca a estas horas por aquí?

Con un miedo increíble y muchísimo sueño salgo de mi cama, y posteriormente de mi habitación.
Bajo las escaleras con los golpes de la puerta como fondo, que aumentan cada vez más.

Es increíble que los vecinos no hayan llamado a la policía aún.

Cuando mi mano toca la manija de la puerta, la razón vuelve a mí.
¿Qué voy a hacer si intentan hacerme algo? ¿Cómo voy a defenderme?

Miro a todos lados en busca de algo que me sea de utilidad mientras intento pensar.

Voy corriendo a la cocina y tomo lo primero que veo. Un sartén.

Vuelvo hacia la puerta, donde los golpes no han parado y ahora se pueden escuchar quejidos o murmullos.

Tomo una gran bocanada de aire para armarme de valor y abro la puerta.

Los segundos se me hacen eternos, y por la pequeña rendija que he abierto solo logro visualizar a un chico alto girándose hacia mí y una motocicleta detrás.

Mis sentidos se ponen alerta y solo atino a abrir por completo la puerta y tirarle un sartenazo en la cabeza.

El chico dice algo por el dolor, pero cuando veo con quien más está, el miedo me abandona y en su lugar viene la preocupación.

-¡Max!- grito.

Mi amigo está hecho un desastre, fácil se puede decir que se ha metido en alguna pelea, pero algo me dice que hay más historia de por medio.

El otro chico me mira malhumorado mientras carga a Max hacia dentro de mi casa,
Yo solo me aparto y lo dejo hacer, pues se nota que Max no podría caminar por sí solo. También me fijo que su buen samaritano lleva un casco de motociclista hundido. Con razón sigue andando después de tremendo golpe.

Cierro la puerta y corro hacia mi cuarto, donde escondo un botiquín de primeros auxilios.
Regreso a la misma velocidad y me ubico de rodillas junto al sofá donde Max está acostado.

-Maxi, háblame, mírame o algo, no te duermas.- digo, mientras saco alcohol y algodón. Luego volteo mi cabeza para dirigirme hacia su acompañante.- ¿Sabes si se golpeó la cabeza?

-No.

-¿No se golpeó la cabeza o no sabes?

-No.

-Joder, ¿te crees Groot y yo Rocket para entender tu escaso vocabulario o qué?

-No.

Con esa respuesta termino ignorándolo completamente, si no puede que me convierta en asesina.
Mi atención vuelve hacia Max, quien lucha por mantener los ojos abiertos.

Desinfecto las heridas de su cara rápido y paro el sangrado de algunas haciendo presión. Una gaza por aquí y por allá para luego pasar a revisar sus brazos.
A estos también los limpio y vendo donde es necesario.

Finalmente, me atrevo a levantar la camiseta de Max para fijarme en su abdomen, donde los golpes son claros y hasta hay rasguños brotando sangre.

Mi miedo de alguna costilla rota aumenta, pero ruego de que no sea así.

Procedo a limpiar, curar y vendar todo lo necesario de la zona. Cuando termino, Max está dormido y su respiración mucho más tranquila.

-En que te has metido, Max...- susurro mientras lo veo y los ojos se me humedecen ligeramente.

¿Quiénes somos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora