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Al regresar con los abrigos de los dos, las miradas estaban puestos en ellos, y para que los vieran, luego de ayudarlo a colocarse su abrigado saco, Wonwoo besó un momento los labios de Jeonghan, quién se ruborizó completamente y escondió su rostro en su abrigo, mientras el pelinegro tomaba su mano y salían por la puerta delantera, a la vista de todos los demás.

Afuera, Wonwoo rodeó los hombros de Jeonghan con un brazo, en un abrazo firme.

— ¿Te dijeron algo? — preguntó el pelinegro, Jeonghan dudó un momento, para luego negar—. Han, si te dijeron algo que te dolió dime quién fue y lo destruiré.

El rubio rio por el tono tan serio de su novio.

M-Me enojé— confesó, luego negó un poco—. No impor-ta.

Wonwoo suspiró, frotando su rostro con su mano libre.

Se sentía molesto porque alguien había molestado a su bebé, y por un momento vio todos los autos estacionados, con ganas de rayar a todos y cada uno con alguna palabra obscena, sólo por hacer algo pequeño y no tan malo como golpear ancianos.

Se sentaron en el frente de la casa, donde un bajo muro de ladrillos, de poco menos de un metro de alto bordeaba la entrada, sentándose sobre este.

— Sabes que te amo por sobre cualquier otra cosa en el mundo, ¿No, Jeonghan? — murmuró Wonwoo, haciendo que el chico lo mirara, las pocas luces del alumbrado público parecían brillar en el reflejo de los ojos de Jeonghan, haciendo que se vean mucho más bonitos—. Te amo y eso vale mucho más que la palabra de cualquier vieja quejosa.

Jeonghan rio un poco, sonriendo, para mirarlo con agradecimiento, asintió.

Lo sé— murmuró—, tam-bien te amo— añadió, haciendo a Wonwoo sonreír, sintió más ternura cuando notó que su novio había acompañado las palabras con las señas, y había dejado los dedos pulgar, índice y meñique extendidos por más tiempo.

Con cariño, Wonwoo tomó su mano, acariciándola un poco, sintiendo lo suaves que eran, tomando ambas, dejó besos en ellas, hasta que Jeonghan rio por aquello.

— Siempre me pareció muy lindo cómo hablabas, Hannie— dijo el pelinegro, refiriéndose a las señas.

Jeonghan se ruborizó, sin saber cómo responder.

— Me enamoré mucho de todas esas palabras que no podía entender— continuó su novio, acariciando sus manitos—. Y amo tu voz también, Jeonghan, pero las señas siempre tendrán su lugar en mí corazón, entre todo lo que amo de ti.

Jeonghan se mordió el labio, sintiéndose cálido por esas palabras.

— No va a lo que iba, pero fue lindo decirlo— Wonwoo sonrió un poco más—. Ya que esta es una fiesta de cumpleaños, por más que no sea la fecha aún, quería darte mí regalo.

Wonwoo soltó las manos de Jeonghan para buscar en el bolsillo interno de su campera, amplio, y había entrado perfectamente la caja envuelta en papel colores pasteles.

Se la entregó a Jeonghan, quién estaba con ojos expectantes.

La abrió con más cuidado del que hubiera querido, hasta terminar viendo la caja con la foto de la cámara instantánea, de un lindo tono celeste claro, sonrió ampliamente, la dejó sobre su regazo para abrazar a Wonwoo como agradecimiento.

— Hey, hay más— dijo Wonwoo, palmeando un poco su brazo, haciendo que se separen—. Cierra los ojos— pidió, Jeonghan obedeció.

Frunció un poco el ceño y sintió su corazón acelerarse cuando Wonwoo tomó su mano de nuevo, sintiendo que acomodaba algo en su dedo.

— Ya, ábrelos— dijo el pelinegro, Jeonghan miró directamente hacia su mano, donde ahora un anillo plateado y algo grueso, con una bonita piedra oscura, descansaba en su dedo.

Seguido de eso, Wonwoo alzó su mano, mostrando el mismo anillo.

— N-No quiero que lo tomes como que nos estamos casando a tan corta edad y e-eso, pero...

Jeonghan miró al pelinegro, totalmente ruborizado, que despeinada y peinaba su cabello con nervios, sin saber qué decir.

— Q-queria compartir algo así contigo— dijo Wonwoo, bajo, se mordió un poco el labio inferior, sintiéndose avergonzado.

Me en-canta— dijo Jeonghan, sonreía tan ampliamente que apenas podía verlo.

Wonwoo sonrió, no sabía qué más podía esperarse de Jeonghan, sabía que su amor era mutuo, sus nervios eran injustificados.

Y sin más, compartieron un cariñoso beso, sin importarles (sin ni siquiera pensar) en la mirada de algunos curiosos por la ventana de la casa.

Loud  (WonHan Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora