Loud (WonHan Adaptación)

056

La tía YeoJoo recibió a Jeonghan con un cálido abrazo, lo llenó de besos y piropos, como que era el sobrino más lindo y el más fuerte, y el hijo que nunca había tenido.

— Jooheon se ofendería— comentó la señora Yoon, con una pequeña risita.

— Jooheon es un cobarde— dijo la rubia—. Cree que no me doy cuenta que está saliendo con su "mejor amigo" y en vez de salir del armario hace bromas homosexuales— YeoJoo rodó los ojos.

Deseaba que su hijo tuviera la valentía para ser tan feliz y tan libre como Wonwoo y Jeonghan.

En la cena hablaron de todos los temas, menos de su salud, y eso alivió bastante a Jeonghan, quien no podía evitar reír por las anécdotas de su tía.

Fue a la cama con una sonrisa, y estaba decidido a cambiarse su ropa por el pijama para dormir de una vez por todas, pero el toque en la puerta lo tomó por sorpresa, aún con su remera pero con sus bóxers a la vista.

Se ruborizó completamente cuando los ojos de Wonwoo lo examinaron de arriba a abajo.

— Wonwoo — se quejó.

— Bien, bien, privacidad— dijo el rubio, entrando rápido al dormitorio y cerrando la puerta detrás de sí.

— No~, tú tam-bién a-fuera— se quejó el pelinegro, quien no quería que ni su novio viera su cuerpo.

Era algo que Wonwoo nunca había entendido, el cuerpo de Jeonghan era más que atractivo, bien trabajado pero delicado gracias a la danza, con músculos bien definidos y unas curvas que podían volver loco a cualquiera.

Pero aún así, Jeonghan tenía vergüenza de mostrarlo.

Ignoró completamente las quejas del pelinegro, se acercó a él para tomar su cintura, pegando sus cuerpos, haciendo que un pequeño suspiro surgiera de los labios de Jeonghan.

Wonwoo sonrió de lado, antes de juntar su rostro con el del pelinegro, besando sus labios de forma lenta y profunda.

El rubio avanzó lentamente, sin hacerlo totalmente a propósito, hasta que la cama trabó sus pasos.

Jeonghan separó el beso para sentarse sobre las sábanas, tomó la remera de Wonwoo para tirarlo hacia él, el rubio se acomodó sobre su cuerpo.

— E-Está tu familia— murmuró Wonwoo, sintiendo su entrepierna comenzar a doler.

Lo había iniciado, pero no creía que llegarían a eso.

— En si-lencio— murmuró Jeonghan, su pequeña y pícara sonrisa hizo a Wonwoo preguntarse dónde había quedado el inocente chico que minutos atrás le había pedido que se vaya para poder cambiarse.

Y es que Jeonghan ya se sentía más despierto.

Necesitaba una distracción, un desahogo, y la última vez que había tenido al chico dentro suyo la había pasado más que bien, y en serio se había olvidado de sus problemas.

Esperaba que funcionara de nuevo.