Estoy un poco más inspirada para está historia, no se preocupen, ya tengo una imagen planeada sobre lo que tratará el siguiente cap de "Corona de Espinas" así que por el momento, traigo por aquí un poco de Kaito antes de que fuera presentado en mi otro escrito.
Gracias por leer, sigamos avanzando.
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— La octava víctima... — susurró con pesar el omega, sus ojos dirigiéndose inmediatamente a un pequeño peluche con forma de hurón, el último regalo de su madre al pequeño Hisashi, semanas antes de su muerte, tesoro que cuida ahora el omega de cabello cobrizo con su vida — ¿Cuándo acabará esto?
— Pensé que los únicos monstruos eran los demonios... — mencionó un joven kakushi compañero de Kaito, el menor bufó en respuesta sin comprender la ignorancia de mucha de la gente por lo que sucede alrededor con los alfas, betas y omegas, que haya demonios no hace menos atroces los crímenes humanos.
— Quisiste creerlo, es imposible ignorar lo que pasa con los omegas — respondió con su pesada mirada de siempre — Pero, por supuesto, eres beta, no te afecta directamente, lo que se ve diariamente no te...-
— Kaito... — llamó la atención otra omega — por favor, sabes que no tuvo mala intención con su comentario — resaltó sabiendo que pronto el omega entraría en uso de su lengua afilada.
— Como digas — respondió el oji dorado, tomó el peluche en manos y se retiró viendo la incomodidad del beta a su paso, girando los ojos y dirigiéndose a otra zona de la gran mansión.
— Discúlpalo, ha pasado por mucho, le molestó tu comentario porque lo sintió como una minimización de ese tipo de crímenes... — suspiró viendo al beta asentir con la cabeza gacha avergonzado, incluso siendo ya una amiga muy cercana al omega sigue sin poder suavizarlo, y en realidad está de acuerdo con las palabras de Kaito, ella misma en un inicio no comprendía el profundo odio del kakushi a los alfas y betas, si no vives algo parecido es imposible comprender totalmente a otra persona, por eso, estuvo incitando sin querer el carácter del omega, hasta que una noche en un mal comentario Kaito le mostró la realidad de la peor manera.
"Tú no sabes lo que es ver personas queridas ser abusadas hasta la muerte solo por ser omegas, tu que siempre has sido criado en una burbuja no sabes absolutamente nada, no sabes lo horrible que es ver tu familia ser destruida por alfas y betas, quienes deberían cuidarnos"
Recuerda claramente como el omega una noche lo arrastró fuera de la propiedad, y sin necesidad de buscar mucho encontraron un pequeño omega siendo perseguido por un grupo de alfas, Kaito iba a intervenir inmediatamente, pero cometió un error al comentar: "Tal vez no tienen malas intenciones, lo que sucedió contigo no define a todos los alfas"
El ojidorado tomó medidas extremas para probar su punto "Mejor estar preparados para lo peor en lugar de luego solo tener arrepentimientos", su compañero kakushi pronto se vió limitado de movimiento por él, forzando su rostro a mirar cada una de las actitudes incorrectas de los alfas, la forma en que se acercaban a la niña omega, porque apenas parecía de 14 años la víctima, como ignoraban sus negaciones, como la acorralaron contra un árbol y empezaron a discutir sobre qué hacer, monstruosidades, fue lo único que querían hacer esos alfas, ni uno solo pareció compadecer a la niña.
