el moon walk del Muzan

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Muzan Kibutsuji, el principal antagonista de *Kimetsu no Yaiba*, es el primer demonio y el origen de todos los demonios en la serie. Es un ser calculador, despiadado, y casi inmortal, con una sed insaciable de poder y control. Su expansión de dominio debe reflejar su naturaleza demoníaca, su obsesión con la perfección y su deseo de erradicar a sus enemigos de la manera más rápida e absoluta.

Expansión de Dominio: Laberinto del Génesis Demoníaco (鬼の創世迷宮)

Descripción del dominio: Al activar su expansión de dominio, Muzan crea un vasto y oscuro laberinto que parece extenderse infinitamente en todas direcciones

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Descripción del dominio: Al activar su expansión de dominio, Muzan crea un vasto y oscuro laberinto que parece extenderse infinitamente en todas direcciones. Este laberinto está compuesto de carne y sangre viviente, pulsante y en constante cambio, lo que dificulta la orientación y el escape. Los muros del laberinto están cubiertos de ojos y bocas demoníacas que observan y susurran enloquecedoras palabras a los que se atreven a entrar. La atmósfera está cargada de una energía opresiva, y la sensación de peligro inminente es sofocante. Dentro de este dominio, Muzan es el amo absoluto, controlando cada aspecto del entorno para atormentar a sus víctimas.

Efectos del dominio.

1. Regeneración Absoluta:  Dentro del dominio, la capacidad regenerativa de Muzan se amplifica hasta niveles absurdos. Cualquier herida que reciba se cura instantáneamente, y puede incluso regenerar partes de su cuerpo que hayan sido destruidas por completo. Esto lo hace prácticamente invulnerable dentro del laberinto, dándole una ventaja abrumadora sobre sus enemigos y la única debilidad sigue siendo el sol pero debido a que la regeneración es tan potente puede durar un 2.5 minutos bajo el sol antes de comenzar a desaparecer y que su dominio evita el contacto con la luz del sol.

2. Control del Laberinto: Muzan tiene control total sobre el laberinto, pudiendo cambiar la estructura a su voluntad. Puede mover paredes, cerrar pasillos, crear trampas mortales y manipular el entorno para aislar, confundir y dividir a sus enemigos. Nadie puede moverse por el laberinto sin que Muzan lo sepa o lo permita.
(Aquí me inspire en nakime)

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3. Proliferación Demoníaca: Muzan puede crear demonios a partir de la carne y la sangre que componen el laberinto. Estos demonios, aunque menores en comparación con los Doce Kizuki, son numerosos y feroces, atacando a los intrusos en oleadas sin fin. Los enemigos se ven obligados a luchar constantemente, agotándose rápidamente mientras Muzan observa y espera el momento perfecto para atacar.

4. Corrupción de la Sangre: El aire dentro del dominio está impregnado con la sangre de Muzan, y cualquier ser que respire profundamente o entre en contacto directo con la sangre se ve infectado por su esencia demoníaca. Esta corrupción debilita a los enemigos, reduciendo su fuerza, velocidad y capacidad de regeneración, y en casos extremos, puede convertir a los humanos en demonios controlados por Muzan donde quedarán completamente a su merced.

 Esta corrupción debilita a los enemigos, reduciendo su fuerza, velocidad y capacidad de regeneración, y en casos extremos, puede convertir a los humanos en demonios controlados por Muzan donde quedarán completamente a su merced

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5. Miasma de Desesperación: Un miasma oscuro se filtra a través del laberinto, causando alucinaciones y debilitando la voluntad de los enemigos. Aquellos atrapados en el dominio comienzan a experimentar visiones aterradoras de sus peores miedos y fracasos, mientras la voz de Muzan resuena en sus mentes, instándolos a rendirse o perecer.

Finalización del Dominio: Eclipse del Génesis Demoníaco (鬼の創世終焉): Como acto final, Muzan concentra toda la energía del laberinto en un único y devastador ataque. El laberinto comienza a colapsar sobre sí mismo, las paredes de carne y sangre se comprimen, aplastando y devorando a todos los que están atrapados dentro. Los enemigos son arrastrados hacia el centro del laberinto, donde Muzan espera, listo para dar el golpe final y absorber completamente la esencia de sus oponentes, eliminándolos para siempre de la faz de la tierra mientras baila thriller con todos sus demonios.

Esta expansión de dominio refleja el poder absoluto y la naturaleza demoníaca de Muzan Kibutsuji. Dentro del "Laberinto del Génesis Demoníaco", él se convierte en una figura inalcanzable.

Y me inspire en su naturaleza de querer estar siempre oculto pero a la vez eliminar de raíz cualquier amenaza a su ser.

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