Arrepentimiento, Nuevo amanecer

Capítulo 8: La Derrota de Mousse

El Café Gato, hogar y negocio de las Amazonas, había visto días mejores. Desde que la verdad salió a la luz, el ambiente había cambiado. Shampoo, una vez orgullosa y altiva, estaba ahora más reservada y melancólica. Mousse, quien antes la seguía como una sombra, se encontraba en una situación mucho peor.

Después de que Cologne y Shampoo se enteraron de la traición de Mousse, el guerrero fue sometido a un castigo constante. Shampoo, furiosa por lo que habia hecho en contra de Ranma, se negaba a mostrarle la menor amabilidad. Cologne, aunque siempre había visto a Mousse con cierto desdén, ahora lo castigaba con duros entrenamientos y tareas ingratas, tratando de enseñarle una lección que debería haber aprendido mucho tiempo atrás.

Esa tarde, Mousse estaba detrás del mostrador, limpiando tazas y platos bajo la atenta mirada de Shampoo. Su vista, sin embargo, estaba perdida, sumergida en una tristeza profunda. No solo había perdido cualquier oportunidad con Shampoo, sino también su honor. Ahora, la vida en el Café Gato no era más que una cadena interminable de humillaciones.

Shampoo lo observaba de reojo, aún con enojo, pero también con una mezcla de decepción y tristeza. Aunque nunca había sentido nada romántico por Mousse, no podía evitar sentirse traicionada por alguien que había estado a su lado durante tantos años.

De repente, la campana de la puerta del café sonó, indicando la llegada de un cliente. Shampoo levantó la vista y sus ojos se agrandaron al ver a Ranma entrando. Había algo diferente en él, algo oscuro y peligroso. Shampoo sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Ranma se acercó directamente a Mousse, ignorando completamente a Shampoo. "Mousse," dijo con una voz fría y firme, "es hora de ajustar cuentas."

Mousse levantó la vista, encontrándose con los ojos duros y calculadores de Ranma. El miedo lo invadió de inmediato, pero había algo más en esos ojos, algo que Mousse apenas podía reconocer: la completa ausencia del joven alegre y despreocupado que una vez había conocido.

Shampoo, viendo lo que estaba a punto de suceder, dio un paso adelante, "Ranma, ¿qué estás haciendo aquí?"

"Esto no es asunto tuyo, Shampoo," respondió Ranma sin mirarla, su atención completamente enfocada en Mousse. "Vine aquí por él, y no me iré hasta que haya saldado esta deuda."

Cologne, quien había estado observando desde una esquina, también intervino, "Ranma, ¿realmente quieres hacer esto? Mousse ya ha sido castigado, no necesitas..."

Ranma la interrumpió con una mirada gélida, "Lo que ustedes le hicieron no es suficiente. Él me traicionó, y debe pagar por eso."

Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, Ranma lanzó un puñetazo a una velocidad impresionante, que Mousse apenas pudo bloquear. El impacto fue tan fuerte que lo hizo retroceder varios metros, chocando contra una pared. Shampoo intentó intervenir, pero Ranma la detuvo con un movimiento rápido, empujándola con fuerza hacia un lado.

"¡Ranma, para!" gritó Shampoo, pero Ranma no la escuchó. Sus golpes seguían llegando uno tras otro, cada uno más fuerte que el anterior. Mousse intentó defenderse, pero no tenía ninguna posibilidad contra el Ranma que ahora estaba frente a él.

El sonido de la pelea resonaba por todo el café. 

Shampoo, aún aturdida por el empujón, se levantó y vio cómo Mousse era derribado una y otra vez. No había piedad en los ojos de Ranma, solo una determinación implacable de acabar con su enemigo.

Cologne, viendo que Mousse estaba al borde del colapso, decidió intervenir. Usó su bastón para lanzarse hacia Ranma, intentando golpearlo con su técnica especial. Sin embargo, Ranma, anticipando su movimiento, la detuvo en seco, atrapando su bastón con una mano y enviándola volando con un solo golpe. Cologne aterrizó con fuerza, incapaz de levantarse.

Shampoo quedó horrorizada al ver a su bisabuela, la guerrera más fuerte que conocía, derrotada con tanta facilidad. "Ranma... ¿qué te ha pasado?" murmuró, viendo cómo la oscuridad se apoderaba de él.

Ranma se acercó a Mousse, que ahora estaba arrodillado en el suelo, apenas consciente. Lo levantó por la camisa, sus ojos llenos de furia. "Esto es por todo el daño que causaste, Mousse. No mereces piedad."

Shampoo, desesperada, gritó, "¡Por favor, Ranma, no lo mates!"

Pero Ranma, implacable, le lanzó un último golpe devastador que hizo que Mousse perdiera el conocimiento por completo, cayendo pesadamente al suelo. Luego, se volvió hacia Shampoo y Cologne, quienes lo miraban con temor.

"Esto es solo el comienzo," dijo Ranma, su voz fría y amenazante. "Asegúrense de recordar lo que pasó hoy, y díganle a cualquiera que piense en traicionarme lo que les espera."

Shampoo sintió que las lágrimas llenaban sus ojos mientras veía a Ranma salir del café. No había visto un rastro del joven que había conocido, del guerrero que la había derrotado en combate y que, aunque la había rechazado como pareja, siempre había sido honorable y justo.

Ahora, solo quedaba un hombre consumido por la ira y la venganza.

Cologne, aún adolorida, se levantó lentamente, apoyándose en su bastón. Miró a Shampoo, cuya expresión era una mezcla de dolor y confusión. "Shampoo, ese ya no es el Ranma que conocías."

Shampoo asintió, aún en estado de shock. "Lo sé, bisabuela... pero, ¿qué le ha pasado? ¿Qué lo ha convertido en esto?"

Cologne suspiró, sabiendo que la respuesta era simple y dolorosa. "El odio y la traición tienen el poder de cambiar a las personas, incluso a las mejores. Ranma está en un camino oscuro, y no sé si podrá volver."

Mientras Ranma se alejaba del Café Gato, no miró atrás. El viejo dojo Tendo aún lo esperaba, pero primero, tenía que enfrentar a la última persona en su lista: Ryoga. Su próximo encuentro decidiría si había alguna esperanza de redención para él, o si estaba destinado a hundirse completamente en la oscuridad que ahora consumía su alma.