Winter and Summer//Jiyoo

10: My dear wolf

Ya sentadas a la mesa, Jiu le contó todo a su abuela, desde que recuperó los recuerdos sobre lo sucedido hace 7 años y los recientes acontecimientos del sábado, la mujer estaba sorprendida por lo rápido que estaba creciendo el poder de Minji, le preocupaba que pudiera lastimarse por eso, el resto le daba igual, solo le importaban sus 2 hijas y sus 4 nietas.

SD: Y cuando empujaste al acosador con ese poder tus manos ardieron...

MJ: Sí...era como si hubiera metido las manos en agua hirviendo.

La mujer se puso a pensar mientras bebía una taza de té que Jiu le sirvió, la pelinegra jugaba con sus dedos un poco ansiosa por lo que su abuela fuera a decir, no sabía como se lo iba a tomar, obviamente evitó decirle que el acosador era Yoohyeon para que no le prohibiera hablar con ella.

SD: Las manos te arden porque te ves como un peligro, Jiu.

MJ: ¿Eso qué tiene que ver?

SD: Te rechazas a ti misma, y eso hace que tu mismo cuerpo rechace tu don, por eso te duele la cabeza al leer mentes, por eso tus manos ardieron cuando usaste tu poder, se volverá tan inestable que podrías hacerte mucho daño.

Minji guardó silencio mientras veía su taza de té, prefería sufrir daño que lastimar a alguien más con esta maldición, apretó un poco la mandíbula y trató de no mostrar que realmente le afectaba.

SD: Si quieres evitar que tu poder te siga lastimando debes usarlo.

MJ: Herí a muchas personas cuando despertó...

SD: Lo sé cariño...pero hay distintas maneras para utilizarlo de forma segura, el estrés hace que tu poder crezca.

Su abuela le explicó distintos metodos para usar su don y que este no se volviera inestable, pero Jiu no le prestó demasiada atención a ninguna, estaba decidida a contener sus emociones para no lastimar a nadie más, incluso si eso significaba salir lastimada por su propio poder, nada sería lo suficientemente grave como para impedirlo.

Esa tarde salió a caminar sin demasiados ánimos, tenía puesta ropa abrigada y una bufanda a pesar de que el frío no le afectaba en lo más mínimo, pronto comenzaría a nevar y su abuela no la dejó salir sin esos implementos, se detuvo frente a un semáforo en rojo y espero.

En la calle de enfrente caminaba Yoohyeon usando sus audífonos a todo volumen y con notable molestia tras la plática con sus padres, le habían dicho que no podía tener novia hasta encontrar a su pareja destinada, que no podía salir de casa durante la noche, debía controlar su ira, no podía traer a nadie a la casa y además tendría que comenzar a entrenar para controlar su fuerza, no podía gustarle menos, la idea de pensar que Minji no era su pareja destinada la entristecía.

Se detuvo en el semáforo y se quedó viendo al suelo con enojo, Minji la vió desde su lugar y sintió la necesidad de acercarse a ella y saludarla, por lo que apenas dió el verde empezó a caminar, sin embargo, se detuvo al sentir un intenso dolor en su pecho y se llevó una mano a la zona, luego giró la vista hacía un costado y vió al enorme camión acelerando a fondo, el conductor estaba desmayado en el asiento.

Al ver esto se giró de golpe para ver a Yoohyeon acercarse cada vez más sin ver por donde iba, el camión iba a golpearla, no había dudas, así que Minji corrió hacia ella y con todas sus fuerzas la empujó, sus manos ardieron con fuerza tras usar inconscientemente su poder para que se alejara lo máximo posible de la calle, Yoohyeon reaccionó solo cuando sintió sus manos sobre ella y vió a la pelinegra.

La pelinaranja sintió todo en cámara lenta, a Jiu empujándola con preocupación en su rostro, sus manos algo rojas sin ser consciente del ardor que sentía. Lo último que vieron sus ojos fue una sonrisa cálida en el rostro de Minji antes de que el camión la embistiera y siguiera de largo por la calle, chocó contra un edificio abandonado luego de unos segundos más de caos, la pared se destruyó y el fuego se hizo presente, la pelinaranja estaba en shock todavía.