El ministerio nos aseguro protección segura los años que nos mantuvieras en hogwarts, pero eso no fue un obstáculo para Tom, quien durante nuestros dos últimos años en hogwarts siempre atacaba en la plataforma ya sea en el regreso a hogwarts o cuando se terminaban las clases.
En uno de sus varios ataques, varios alumnos fueron secuestrados y asesinados, fue una gran pérdida.
Evan fue uno de los tantos secuestrados y el ministerio lo dió por muerto hace medio año parando su búsqueda.
Pandora cayó en la desesperación ante la noticia de su hermano, pero el ministerio ya no quería hacer nada al respecto.
La única persona que ha ayudado a Pandora es Barty, a usado la influencia de su padre para ayudarla, después de todo Evan también era su amigo.
Al parecer el ministerio siempre sería incompetente ante las manos equivocadas.
Al salir de hogwarts James se mudo a las orillas de londres llevándose a Regulus con el.
Yo con ayuda de mi tío desaparecí del mapa durante un tiempo para que Tom no me encontrara, me mudé a un pueblo a una cabaña en las afueras.
Remus se quedo junto a sus padres por el intento de secuestro de bellatrix, no se iba arriesgar a perder a alguna de sus hermanas en su ausencia.
Y con la reciente caza de mestizos, todo había empeorado, el mundo mágico se había envuelto en las sombras.
Dumbledore había propuesto crear un ejercicio a la que llamo la orden del fénix pero ni James ni yo nos quisimos involucrar, preferirnos alejarnos de todo durante el tiempo de guerra no empeorará.
Después de todo, estar o no involucrado en la guerra terminarás envuelto en la tragedia.
Y eso es algo que Tom había demostrado, atacando a familias muggles, las cuales eran ajenas al mundo mágico.
Se que era algo egoísta no hacer nada, pero que más podíamos hacer, después de todo no me encontraba en el mejor estado para intervenir en esta guerra.
Aunque la decisión de evitar la guerra nos ofrecía una falsa sensación de seguridad, en el fondo sabíamos que era solo una pausa temporal en la inevitabilidad del conflicto.
Tendríamos que enfrentar esto en algún momento y eso era lo que me asustaba.
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Me encontraba sentado afuera de la cabaña contemplando la lluvia que caía suavemente sobre el claro, estaba esperando a James al parecer tenía algo que hablar y parecia urgente.
La lluvia caía de forma persistente, envolviendo el paisaje en una neblina gris que parecía reflejar el estado de ánimo que me atormentaba. La espera era interminable y la incertidumbre sobre lo que James quería discutir solo aumentaba mi ansiedad. Cada gota que caía resonaba en el silencio, amplificando mis pensamientos inquietos.
Finalmente, la figura de James apareció en el sendero, empapado, se le veía cansado, con un aire de urgencia que coincidía con la gravedad de la situación. Al acercarse, su expresión se volvió más seria.
Lo conduje hacia el porche cubierto y nos sentamos bajo el resguardo de la cabaña. La lluvia golpeaba con fuerza contra el techo de madera, creando una sinfonía de sonidos que, aunque relajante en otros contextos, parecía intensificar la tensión del momento.
—¿Qué sucede? —pregunté, tratando de ocultar mi preocupación.
James tomó una respiración profunda antes de hablar. —La Orden del Fénix está en apuros. La influencia de Tom y sus seguidores ha crecido tanto que las cosas están fuera de control, Dumbledore me contacto hace poco insistiendo en que demos el brazo a torcer y nos unamos, al parecer estab apuros.
La revelación de James me dejó en shock. Sabía que la situación era grave, pero escuchar que la Orden del Fénix estaba tan desesperada me hizo comprender la magnitud de la crisis.
—Entonces, ¿qué propones? —pregunté, aunque en el fondo ya sabía la respuesta.
—Debemos unirnos —respondió James con firmeza—. No podemos seguir escondiéndonos mientras el mundo se desmorona a nuestro alrededor. Se que yo fui quien propuso en primer lugar mantenernos indiferentes ante este tema y más por tu estado actual pero sabemos que todo va a empeorar si al menos no ayudamos.
A medida que la lluvia seguía cayendo, y el claro se volvía más oscuro, sentí una mezcla de inquietud y resolución. La guerra nos había alcanzado finalmente y está ves no había donde correr.
—Pero no crees que sería darle lo que quiere a Tom, literal el me a estado buscando desde que desaparecí y volver a dar señales de vida sería como darle a entender que consiguió lo que quiere.
Dije ansioso sobrepensando todas las desventajas en las que me encontraría al volver al radar.
—Haci que perdón James, pero está vez diré que no, no pienso arriesgarme a mi o a mi hijo, menos sabiendo que Tom me está buscando por aver rechazado su invitación a sus mortífagos.
James suspiro mientras tomaba mis manos, transmitiendome una paz temporal con su mirada —Entiendo que fui egoísta tratando de hacer que te pusieras en peligro y voy a respetar tu decisión, pero por favor mantente a salvo Sirius, te prometo que te mantendré informado sobre todo lo que pase.
—Confio en ti James y por favor no dejes que nada te pase, aún necesito un padrino y no puedo permitir que mi hermano quede viudo antes de tiempo —dije burlón tratando de aliviar el ambiente que se había puesto tenso.
James rio levemente asistiendo, desviando su mirada al frente mirando como la lluvia caía.
Sabía que James era más que suficiente para ayudar a Dumbledore, pero aún tenía miedo de que algo le sucediera.
—Sabes Regulus está en la orden del fénix, el me pidió que no te lo contara por qué tenía miedo de que enojaras con el pero creo que es mejor que lo sepas.
Me quedé callado ante su confección, sabía que Regulus no se quedaría de brazos cruzados y la verdad esperaba esto de el.
—Ya lo imaginaba, el es intolerante ante las injusticias.
—De algún lugar lo tuvo que aver aprendido no cres, es igual de persistente que tú.
—No, el lo es mucho más, creme.
Termine de decir dejando que el sonido de la lluvia fuera lo único que se escuchara en el claro.
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