¡Tan solo eres un niño rico insoportable!

¿Amigos?

Minho se adentró en la casa de los Han algo indeciso, no supo bien qué le incitó a aquello pero lo único que sabía era que había llegado hasta allí conscientemente porque quería oír y ver a Jisung.

-Buenas noches señor y señora Han-dijo Minho mientras sonreía y saludaba a los padres de Jisung.

-Mamá, papá, este es Lee Minho, un amigo. ¿Puedo servirle las sobras de la cena de hoy? No ha cenado.

-Encantada Minho, yo soy Sung Young pero llámame Sung -dijo aquella mujer que se acercaba a ellos con una sonrisa - Come lo que quieras e incluso quédate a dormir si quieres, ya es tarde y no debes estar solo en la calle a estas horas. Todos los amigos de Sunggie son bienvenidos aquí, siéntete como en casa.

-Muchísimas gracias Sung, es muy amable por su parte-dijo Minho mientras miraba hacia aquella mujer y le sonreía de oreja a oreja.

Jisung guió a Minho hasta su pequeña cocina y le colocó las sobras de su cena sobre un plato para después dárselas y sentarse junto a él en la mesa del comedor.

-Gracias por la comida-dijo Minho mientras se metía una cucharada de arroz a la boca.

-No hay de qué.

Jisung miró hacia Minho con una sonrisa y se levantó de la silla para dirigirse al fregadero y comenzar a limpiar los platos sucios, dándole la espalda a Minho.

-¿Te molestaría si aceptase la amable propuesta de tu madre y me quedase a dormir?

Jisung se giró de forma brusca en cuanto Minho terminó de formular aquella frase y le miró estupefacto.

-¿Cómo me debo tomar eso?-bromeó Minho mientras jugaba con la cuchara entre sus dedos.

-¿Qué hay de tu casa y de tus padres? ¿No les parecerá extraño que no llegues esta noche?

Minho miró a Jisung mientras jugaba con la pulsera de cuero que adornaba su muñeca y suspiró con pesar.

-A mis padres no les interesa mi bienestar y mucho menos lo que sea de mí.

Jisung no supo cómo reaccionar, sabía que el mayor hablaba en serio por cómo lo dijo y por su cara, no habían emociones aparentes en ella, lucía totalmente vacío.

Se acercó a él y se sentó a su lado, sin pensar en las consecuencias de sus acciones o siquiera pensar en lo que hacía se acercó a Minho y rodeó su cuerpo con sus brazos, dándole un abrazo reconfortante y lleno de bondad.

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Tras una larga charla y varios abrazos por parte de Jisung hacia Minho se encontraban en la habitación del menor mientras colocaban un colchón entre su cama y su mesita de noche.

-¿Estás seguro de que esto cabe aquí?-dijo Minho mientras le pegaba una patada a aquel colchón intentando que encajase en aquel lugar.

-Estoy totalmente seguro así que no le maltrates, no tiene culpa.

Minho soltó una carcajada mientras le pegaba a Jisung con uno de los cojines de su cama.

-Bueno, entonces dime por qué no entra-dijo Minho mientras se cruzaba de brazos y observaba al contrario.

-No tengo idea Don preguntitas

Minho rodó los ojos y rodó escasos centímetros la mesita de noche, provocando que el colchón cayese desplomado en aquel lugar, encajando a la perfección.

-Ahí tienes la solución-dijo Minho presumiendo de su gran logro.

Jisung puso los ojos en blanco y se acercó a Minho para empujarlo, provocando que cayese encima del colchón y que él cayese a su lado a lo que ambos comenzaron a reír.

Estuvieron más de una hora hablando y riendo de cualquier cosa, olvidándose de todo lo que no fuera el otro.

-Sabes Jisung, a pesar de todo no eres tan insoportable.

-Ni tú tan capullo, tienes corazón bajo esa chaqueta de cuero.

Ambos se miraron y sonrieron, quedando embobados con la sonrisa del contrario durante unos segundos hasta que Minho decidió pegarle a Jisung con un cojín en la cara.

La noche pasó más rápido de lo que alguno de los dos esperó. En cuanto el primer rayo de sol atravesó la fina cortina de la habitación los dos chicos despertaron.

-Buenos días-dijo Jisung mientras observaba como Minho se giraba hacia el lado contrario, dándole la espalda a él y a su ventana.

Jisung resopló y cogió el cojín que sostenía su espalda para lanzarlo a la cabeza de Minho.

-Vamos a llegar tarde, levanta el culo.

Minho rodó los ojos y se incorporó en la cama mientras bostezaba y estiraba su cuerpo.

-¿Y si nos saltamos la primera hora?- dijo Minho mientras observaba a Jisung dar vueltas por la habitación.

-Ni se te ocurra, no pienso saltarme una sola hora.

Minho miró mal hacia Jisung a lo que el menor le sacó la lengua y continuó con lo suyo, dando vueltas por la habitación en busca de la ropa que se pondría.

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-Joder Jisung, es la cosa más enana que he visto nunca-dijo Minho mientras se veía en el espejo de los baños del instituto y miraba de reojo a Jisung.

-No pienso dejar que te pongas tu chaqueta de cuero otra vez, la puse a lavar antes de salir de casa-dijo Jisung con una sonrisa mientras se acercaba al mayor- mi suéter no te queda tan mal, no seas tiquismiquis.

-Como digas, no pienso llevarte la contraria porque entonces a ver dónde duermo esta noche.

Jisung le pegó en la cabeza y antes de salir del baño dejó un beso en su mejilla a lo que Minho sonrió inconscientemente y sus mejillas cogieron un color carmesí.

Por otro lado, Jisung se encontraba corriendo por los pasillos para llegar a tiempo a su primera clase pues gracias a la indecisa elección de Minho en cuanto qué suéter ponerse habían llegado dos minutos antes de empezar la primera hora.

-Jisung llega tarde.

-Lo siento profesor, tuve un percance antes de salir de casa y me retrasé.

-Tome asiento y siga la clase.

Jisung asintió con la cabeza y se acercó a la mesa en la que se encontraba su amigo Seungmin, el cual le estaba juzgando con la mirada.

-¿Un percance? Al profesor se la cuelas, a mí no.

-Calla Seungmin, déjame atender por una vez-dijo Jisung mientras intentaba anotar todo lo que había en la pizarra.

-No te vas a librar de contarme lo que pasó, asúmelo.

-Dios, tan solo estaba con Minho, ahora déjame atender.

-¡¿Minho?!

-¡Shhh! ¡Cállate!-exclamó Jisung mientras miraba sobresaltado hacia su amigo- sí, con Minho, ¿Qué tiene de malo?

-No, nada...

Jisung miró confuso a su amigo pero decidió ignorarlo y seguir prestando atención a la clase pues no estaba enterándose de nada.

-Necesito explicaciones

-Y yo que te calles, ¿Tan difícil es entenderlo?

-Difícil de entender es qué hacías con Minho.

-Somos amigos, ¿Qué hay de malo?

-Vamos Jisung, los dos sabemos que le odiabas.

-Tú lo has dicho, lo odiaba, ya no... Debajo de esa chaqueta de cuero y esa cara de malote hay un corazón muy dulce.