Más allá de las estrellas ✓ [+18]

2. ¿Convivir? ¿Eso se come?

DYLAN

Blair: ¿Salimos? Ayer no pudimos terminar lo que empezamos.

Me muerdo el labio inferior y tecleo una respuesta rápida, no antes de dejar las llaves de mi auto con el aparcacoches. Aún no sé el motivo por el que mis padres me llamaron, pero lo más seguro sea para echarme en cara que he salido por duodécima vez en las revistas de cotilleos. Y lo último que quiero es que me suelten un jodido sermón de como debo vivir mi vida.

Yo: Lo siento, preciosa. Pero hoy estaré ocupado. ¿Nos vemos mañana?

Sin esperar una respuesta por su parte, me meto el móvil en el bolsillo y sigo caminando. Conozco este lugar como la palma de mi mano, así que no tardo mucho en llegar al gran jardín donde se encuentran mis padres. Ambos están sentados bajo una de las pérgolas de mimbre que hay alrededor, leyendo una revista.

—Hola madre —me inclino para besar su mejilla con dulzura.

Intercambio una mirada tensa con mi padre, a forma de saludo.

—Llegas tarde —mamá me reprende dejando la revista a un lado.

Suelto un pesado suspiro y me siento en el sillón de cuero. La tensión se siente en el aire y, no es algo muy extraño viniendo de mis padres.

—Siento no haber podido parar el tráfico con un chasquido de dedos, madre —sonrío para aligerar el ambiente.

—Que irónico que no hayas podido hacerlo para acallar a los medios —espeta mi padre.

Ya se estaba tardando en abrir la puta boca. Sí, definitivamente la había cagado en algo. Pero de eso se trata la vida, de en cuanto más la cagas más la disfrutas. ¿Qué más le da? Si quiero pasármela follando y haciendo fiestas a lo grande con putas incluidas, no es su maldito problema.

Me importa una mierda todo, para ser sincero. Pero algo que no soporto es que se metan en mi vida. Soy lo bastante mayorcito como para estar consciente de lo que hago y dejo de hacer.

A lo lejos veo a Davin caminando hacia nuestra dirección, con cara de haber follado más que el tío calvo de PornHub. Se deja caer a mi lado en uno de los tantos sillones de cuero que hay distribuidos alrededor del jardín. Recoge una de las revistas que mamá había estado ojeando mucho antes de que llegara. Una revista de cotilleos. Valla novedad.

—¿Saliendo por duodécima vez en la revista de cotilleos, con una chica que está malditamente buenísima? Eso sí que no es ninguna novedad, Dylancito —bufa burlón, negando con la cabeza.

¿Una chica?

No recuerdo haber salid...

Mierda.

—Dame eso —le arrebato la revista de las manos—. Y si quieres conservar tu preciada polla, no me vuelvas a llamar así —lo señalo con el dedo antes de poner mi total atención en los últimos chismes de la revista.

Me quedo paralizado al leer el puto título del artículo. Si la chica que hubiera salido en esas fotos junto a mi, no fuera Adhara, me habría importado tres hectáreas de mierda.

Rumor confirmado: Al parecer el mayor de los Grey sentó cabeza, y solo tiene ojos para su chica. Las fotos hablan por sí solas. ¿Quién será la afortunada?