Capitulo. 1

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—Ves, la fiesta esta genial Jaya —Me arrastra entre la gente como si su vida dependiera de ello. 

—Sabes que es la ultima ves que te acompaño, y DEJA DE USAR ESE MALDITO APODO. 

Se giro y me miro, poniendo esos ojos de cachorro que tanto odio en estos momentos, resople poniendo los ojos en blanco. 

—Venga tía, no tardare demasiado solo charl...

La interrumpí de golpe, mirándola haciendo que me pusiera su mejor cara.

—No necesito que digas que vas a follarte al idiota de Belamy os conozco a ambos —hice una pausa —venga largaos, antes que me arrepienta. 

Me mostró su mejor sonrisa y desapareció con el imbécil en alguno de las pasillos de la discoteca, camine hasta la barra americana, me pedí un cóctel y me senté de espaldas. 

El bar-tender, coqueteaba con las chicas, a la vez que les servia sus bebidas chicos besuqueándose a mi lado, y borrachos con intentos de baile, estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta, cuando alguien se sentó a mi lado pidió su bebida y se quedo mirándome fijamente, me sentí como si me quitara las bragas como me inspeccionaba de arriba abajo trate de ignorarlo pero sentía sus ojos encima de mi, y definitivamente un pervertido y yo borracha no era la mejor combinación.  

Me gire bruscamente y lo mire como si quisiera atravesar le el pecho, y una ola de emociones me recorrió de pies a cabeza abrumándome por las sensaciones. 

  —Jay —dijo finalmente, de manera lenta y provocativa. 

Fruncí el ceño y lo mire de manera despectiva, el se dedicaba a observarme de una manera provocativa y podía ver claramente la satisfacción en sus ojos, verdes esmeralda, aquellos ojos que en su momento me volvían loca y me dejaban sin palabras.

—No me vas a decir nada, Jay.

Pronunciaba cada palabra de una maldita manera tan sexy, lo odiaba por aquello sentía su pierna moviéndose rozando la mía causándome mil sensaciones diferentes. 

—No tengo nada que hablar contigo —le dije. 

Camine entre la gente hasta la pista, comencé a bailar para olvidar todas aquellas emociones, que me hicieron acordarme de tantas cosas. 

unos brazos me rodearon la cadera, me voltee encontrándome a Daniel, le devolví el abrazo, comenzó a sonar una canción un poco mas lenta. Nos separaremos y nos miramos el entendió que algo no iba bien, y me encamino fuera.

—Me dirás lo que paso, te he visto en la barra con Drake. 

—Me ha saludado y me he puesto nerviosa, pero no ha pasado nada mas.

—Sabes que siempre estaré hay para ti, si te molesta solo dímelo y le rompo la cara —le sonreí. 

  —Odio tener que hacer esto, pero buscare a Kate antes de que haga el ridículo —dijo apenado.

—Sabes que no me tienes que explicar nada, venga a por tu chica —lo empuje dentro y camine hasta la barra de nuevo. 

Me pedí una cerveza, y mire a la gente, como se besuqueaban y bailaban, demasiada humanidad para mi gusto, gracias a Dios Kate venia a mi, con una sonrisa de oreja a oreja el pelo un poco despeinado y el maquillaje que parece que se lo retoco a las malas. 

—Lo ha hecho genial —dice sonriendo amplia mente. 

—Ya me lo imagino —le digo y le paso mi, cerveza y pido otra. 

—Me ha empotrado en la pared.

—Vale le has, quitado toda la ternura. 

La música, alta retumba en nuestros tímpanos, y el alcohol poco a poco se apodera de nuestros cuerpos. La Sonrisa de de Kate se ensancha al momento en que una canción muy conocida retumba por los altavoces. 

—¡Nuestra canción, nena! —empuja a la gente lanzando maldiciones, y me arrastra consigo hasta la pista, donde comenzamos a cantar eufóricas. 

—You know you love me —comienza y me señala con los dedos —I know you care.

—Just shout whenever —me mira y canta a todo pulmón —te toca.

—Are we an item? —la miro y por primera vez me siento como una adolescente normal, cuando realmente era feliz —girl, quit playin'. 

Comenzamos a mover las caderas y a darnos la espalda momentáneamente, y a cantar la canción todo pulmón, sentía como tenia una mirada clavada en la espalda llevaba la espalda descubierta, por el vestido negro escotado, mis botas negras y mis accesorios dorados, definitivamente ese era mi vestido, de la suerte. 

Mis ojos chocaron de frente con los verdes esmeraldas, de Drake, vale incluso mencionar su nombre se me hacia amargo. Kate se disculpo y fue en busca de mas bebidas y también a ligar con el bar-tender y yo me dispuse a ir a los servicios, por que definitivamente me terminaría meando encima. 

Me retoque el maquillaje y hice mis necesidades, al salir me tope de frente con la hermana pequeña de Drake, ya no tan pequeña, busto grande y pronunciado un culo perfectamente redondo el pelo rojizo y los ojos exactamente igual que el, verde esmeralda, con vestido azul corto, con escote de corazón y unos tacones y su bolso a juego parecía una modelo de Victoria Secret. 

—Hola Jay, hace mucho que no nos vemos. 

—Y debería seguir siendo así —le digo despectivamente, para continuar con mi camino, pero me detiene. 

—Sigues culpándome, de algo en lo que no tengo la menor la idea. 

"Fama, fortuna y corazones rotos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora