Ethan Castillo Rivas, Ciudadano de España, era un deportista talentoso derivado a las acciones de sus padres al querer un aire de perfección en su único hijo.
Sus padres eran erráticos causando ""trastornos"" en su hijo al tener que vivir con cambio...
(De ahora en adelante, cada que Ethan hablé en español estarán las palabras en negritas y se le a cambiado el nombre porque notamos que era muy corriente 😿)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Joder...—
Correr era lo único que podía hacer cuando tenía una horda de caminantes de todas partes, fácil sería escapar, pero sin ningúna arma a su disposición era complicado.
Lo que podía salvarlo eran los disparos que había escuchado, disparos significa gente viva, gente viva con armas significa salvación.
—¡La madre que me parió! Está lleno adentro...— Ethan intento esconderse de los caminantes, había llegado a la secundaria donde se escuchaban los disparos pero al ver la entrada, la veía destrozada y sonaban los caminantes dentro aún con los disparos sonando de fondo aunque disminuyeran cada ves más.
—Necesito un descanso...— Se fue por un costado caminando a posos apresurados ya sin energía.
En un momento logró escuchar unos golpes y luego pedazos de vidrio caer al suelo, miró hacia arriba logrando que Ethan visualizara a un hombre de piel clara y con el cabello negro a lo lejos.
Vió como tiro una bolsa y una escopeta preparándose para saltar hacía abajo. Se le veía angustiado y estresado al igual que el.
—¡Hey! ¡Te ayudo a bajar, solo déjate caer!.—
—¿Qué?— El hombre se le quedó mirando curioso y alterado hasta que un caminante llegó detrás de el empezando a forcejear con el terminando agarrado de la orilla de la ventana. —¡Mierda!— disparó al caminante a la cabeza cayendo de la ventana siendo atrapado apenas por Ethan amortiguando su caída sin lastimarse demasiado. —Ugh—
—¡Agh! ¡avisa que te soltarás! Casi me matas aplastado...—
—Mgh... gracias.— El hombre se levantó de encima de el sin más y agarró la gran bolsa y la escopeta haciendo que Ethan frunciera el ceño levantándose con dolor a su costado, el peso del hombre mayor que había caído encima suyo le había dolido.
—Oye espera.— Ethan fue detrás de el rápidamente como pudo. —¿Puedo ir contigo? Te puedo ayudar...— Eso lo dijo algo desesperado notandose en su rostro. Por lo que el mayor se le quedó mirando unos segundos girando los ojos. —...Bien pero no se te ocurra hacer algo en mi contra.—
—Bien...—
Ethan solo hizo una mueca de desagradó y solo lo siguió con un gran dolor punzante en su espalda baja.
