Forgetfulness - Creek

Capítulo 3: Mi insistencia

Esa noche, era la muy conocida "noche de chicos". Allí en un bar cualquiera, Tolkien, Clyde y Craig se encontraban bebiendo algo mientras compartían.

Como ya era habitual, un par de chicas se acercaban intentado entablar una conversación con Craig, pero ante el evidente desinterés de éste, no pasaba mucho tiempo para que ellas se marcharan.

Clyde siempre lo molestaba con lo mismo; decía querer pasar el rato con una chica, pero cuando la instancia se daba, él simplemente pasaba de ellas. Era algo extraño porque ni él mismo era capaz de entender eso, algo que irónicamente, Tolkien comprendía muy bien.

Desde su lugar observaba esos intentos fallidos de esas mujeres por intentar pretender al pelinegro y tan solo podía pensar en lo ilusas que eran. Craig probablemente con todo esto de la pérdida de memoria — tal vez momentánea, o tal vez no — también pareciera haber olvidado el hecho de reconocerse como homosexual. Le costó admitir aquello y fue difícil para Craig cuando se sinceró con él, pero gracias a eso, pudo aceptar lo que sentía por Tweek y éste correspondió sus sentimientos.

Esa fue una buena época para sus amigos, pero el Craig que veía hoy y el alma en pena que existía en Tweek, no tenían nada que ver.

Aún era incapaz de empatizar con la sugerencia que había dado el médico con respecto a cómo sobrellevar la pérdida de memoria de Craig, pues dijo que, si él había olvidado algún evento pasado, no se lo presionara intentando hacerlo recordar, pues podría ser shockeante y contraproducente en su tratamiento.

Si claro, si hubiera olvidado una dirección o como volver a casa no sería nada, pero ¡Por Dios! ¡Olvidó a una persona y su vida junto a ella por completo!

De igual manera, todos habían acordado hacer caso a esa indicación, la cual fue compartida por los señores Tucker hacia los más cercanos de su hijo y eso los incluía a él, a Tweek y a Clyde. Fue doloroso para ellos esa repentina lejanía que se tuvo que establecer con el rubio, pero era parte de lo "correcto". Irónicamente Tweek tuvo algo de razón al mantener en silencio su relación con Craig, pues era lo mejor para él según el doctor. Hasta inconscientemente, su amigo velaba por quien quería.

Para su sorpresa, incluso Clyde había sabido guardar silencio sobre la implicación de Tweek en sus vidas, pero había momentos en que se descuidaba y salía con cosas inadecuadas.

― ¿Y recuerdan aquella vez cuando fuimos al lago y Tweek se cayó en él? ¡Fue tan gracioso! ¡AY!

Y como siempre que esto ocurría, él solía parar a Clyde con algún gesto o, en este caso, una patada, para que callera en cuenta de su error. Y nuevamente Craig volvía a poner ese rostro interesado como cada vez que se mencionaba su nombre, sintiendo una insatisfacción notoria cuando se suspendía el tema abruptamente.

Excusa tras excusa para nivelar la situación, algo que sin duda podía ser bastante agotador.

― Entonces...ambos tienen trato con ese chico rubio ― dijo el pelinegro sonando desinteresado ― me sorprende que no me incluyeran en su grupo cuando salían con él.

Solo un par de miradas cómplices compartieron Tolkien y Clyde y rápidamente el primero intentó excusar la situación.

― En realidad, es amigo mío, Clyde lo ha visto solo un par de veces ― añadió ― ¿verdad?

― S-si ― respondió con prisa el castaño.

― Ya veo ― bebió un poco de su cerveza ― por cierto, el otro día lo vi trabajando en un café. Me pareció que tenía algo de prisa, así que no pude agradecerle como debía.

― Así que ya descubriste donde trabaja...― acotó Tolkien.

― ¿Por qué? ¿era un secreto? ― Craig pareció alzar una ceja ― además fue por casualidad.