Capitulo 1

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Lauren sabía que aquello era una estupidez. Sabía que su padre la asesinaría en cuanto llegara a casa y que su madre la amenazaría con expulsarla de la casa.

Sabía que sus vecinos la etiquetarían con crueldad.

Otra loca más...

Y poco le importaba, también.

Por eso fue que entró a aquel bar, estrujándose los dedos y mordiéndose los labios mientras caminaba hacia la barra.

Ella nunca había estado en un lugar como aquel. Allí solo venía la otra mitad.

Los chicos malos, los rebeldes, las chicas 'sin rumbo', como solía llamarlas su madre.

Y ahora ella, hija del reverendo, una niña ejemplar del pueblo, caminaba hacia la barra del Hunter Bar, sintiéndose tan fuera de lugar que podía hasta sentir las miradas de todos allí clavadas en su menuda figura.

"¿Dis-disculpa?" Murmuró, y la enorme figura de un muchacho moreno se giró hacia ella, esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Ese era Jasón Momoa, uno de los peores. Alto, musculoso como un jugador de lucha libre y tatuada hasta el trasero. Podía ser increíblemente simpático cuando se lo proponía.

El moreno entrecerró los ojos mientras recorría a Lauren con la mirada.

- Lauren Jauregui, ¿Qué demonios haces tú aquí? - Farfulló, entre divertido y completamente azorado.

- No tengo idea. - Susurró Lauren.


¿Porque estoy harta de mi vida? ¿Aburrida?¿Vacía?


- ¿En qué puedo ayudarte entonces? - Jasón se inclinó sobre la barra, mientras miraba a la niña Jauregui, siempre tan obediente y tranquila, casi temblando allí, en medio de toda esa gente tan diferente a ella.

- Quiero hacerme un tatuaje. - Soltó Lauren valientemente, y se permitió felicitarse en silencio por su muestra de arrojo.

- ¿Un tatuaje? -

- Sí, eso. - Jasón soltó una carcajada, y Lauren le frunció el ceño de inmediato. - ¿Qué? -Espetó, molesta.

- Oh, nada, nada, es sólo que... Olvídalo. ¡Camila! - Lauren pegó un salto cuando el moreno llamó a gritos a su amiga, sin siquiera dejar de mirarla.

Desvió sus ojos esmeraldas hacia una escalera detrás de la barra, por donde el infierno personal de su padre y de todo el pueblo en realidad, apareció.

Chaqueta de cuero, botas y jean negro, cabello castaño, rebeldes ojos marrones.

Perfecto.

O eso es lo que Lauren pensaba.

La pelinegra sabía que si alguna vez alguien se enteraban sobre quién era la protagonista de todos sus sueños, la desterrarían.

Bueno, no, pero sí la rechazarían.

En Forks no había lugar para dudas. O estabas del lado de los "puros", gente cerrada de mente, frustrada y anticuada, quienes tenían como mayores enemigos al Diablo, los gays y los negros, o estabas del lado de los rebeldes.

En su mayoría jóvenes hartos de una vida de privaciones. Sexo, vicios, tatuajes, malas palabras y estupideces ilegales.

En este último grupo se encontraba Camila Cabello, el amor platónico de Lauren desde que tenía memoria.

The Tattoo (Camren) Mini-historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora