capitulo 2

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                              Lyra Draconis🌹

—Padre—hizo una leve reverencia— le he traído a la princesa del reino Dracnis. He cumplido con mi misión.

—Bien hecho, hijo mío—dijo el hombre frente a nosotros, su voz grave y autoritaria. Era bajo, con el cabello rojo que se tornaba blanco por la edad. Sus ojos negros, profundos y fríos, parecían perforar el alma. A pesar de la ropa gruesa que llevaba por el frío, se podían apreciar los músculos firmes bajo su piel curtida.

Habíamos llegado hace unas horas al campamento vikingo. El viento helado nos azotó sin piedad, especialmente a nosotras, que no llevábamos ropa adecuada para el invierno. Mientras ellos, cubiertos en pieles, permanecían cálidos, nosotras temblábamos bajo el gélido aire.

Ahora, estábamos en la tienda del jefe de jefes, según me había dicho el hombre que me escoltaba. Miré a mi alrededor mientras ellos hablaban. Noté a dos mujeres sentadas a cada lado del jefe, una rubia de ojos verdes y la otra de cabello negro con ojos marrones. Ambas eran hermosas, dignas de ser reinas, pero en sus ojos se podía ver el odio que se tenían mutuamente.

—Princesa...—el jefe se detuvo, esperando una respuesta.

—Lyra, Lyra Draconis—respondí, manteniendo mi cabeza en alto y la voz firme. Las mujeres a su lado me miraron con seriedad y enojo ante mi actitud desafiante.

—Una Draconis—murmuró el jefe, como saboreando el nombre—se dice que tus ancestros volaban sobre dragones, que nadie podía derrotarlos—se levantó de su asiento, caminando hacia mí—es un gran orgullo para nosotros haberlos derrotado. Tu padre era...

—No se atreva a mencionar a mi padre y mucho menos a mis ancestros—lo interrumpí, sintiendo la ira encenderse en mi pecho—mi familia murió con honor, mis ancestros forjaron todo lo que usted ha visto. No le permito que hable de ellos.

El jefe soltó una risa ronca.

—Tienes agallas, niña—dijo, acercándose más—pero yo menciono a quien me plazca. Tú dices que tu familia murió con honor, y yo digo que murieron en cobardía. Tu familia pagó por todo lo que hicieron, y tú sufrirás en nuestras manos.

Lo miré con desdén.

—¿Qué hará conmigo? ¿Me venderá? ¿O me casará con usted?—pregunté, con la voz cargada de ironía.

—No serás mi esposa—respondió con frialdad—serás la esposa de mi hijo—se acercó tanto que pude sentir su aliento—salgan todos—ordenó, sin apartar la mirada de mí.

—Pero padre...—intentó replicar el hombre que me había traído, Ragnar.

—Dije que salgan todos, Ragnar—repitió con firmeza.

Todos hicieron una ligera reverencia antes de salir de la tienda, dejándonos solos. El jefe se giró hacia una mesa donde había un mapa desplegado.

—Acércate—me ordenó.

Me acerqué despacio, mis ojos fijos en los suyos mientras me mostraba el mapa.

—¿Ves todo esto?—señaló el vasto territorio marcado en el pergamino—podría ser tuyo si te casas con mi hijo. Debo admitir que es un inepto que no sabe ser un jefe, y necesito tu ayuda para guiarlo. Tú eres la indicada. Un Draconis nace con la sabiduría de reinar y dirigir, ¿o me equivoco?

—No se equivoca—respondí, sin bajar la mirada—pero no me casaré con su hijo después de lo que él y sus hombres han hecho.

—¿Qué quieres?—preguntó, la voz más baja—dímelo, y será tuyo.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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