ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ¹

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Después de la derrota de Lusamine y la disolución del Team Skull, Gladion se encontró sin rumbo. Había luchado contra su madre y el Team Skull, y ahora se sentía solo y sin propósito. Sin embargo, la recuperación de su madre y su gemela Lillie le dieron una nueva razón para seguir adelante.

Guzma, el antiguo líder del Team Skull, había cambiado tras su derrota. Ya no era el mismo hombre arrogante y agresivo que una vez fue. Ahora era más reflexivo y empático, creando una cercanía con Gladion y los pocos integrantes que quedaban del Team Skull.

Gladion decidió permanecer en Pueblo Po, dónde había encontrado una sensación de pertenencia y familiaridad junto a Guzma y los demás. Juntos, habían creado un nuevo Team Skull, uno que se centraba en la protección y el apoyo mutuo, en lugar de la agresión y la dominación que infundaban en el pasado.

A pesar de haber superado las adversidades y traumas dejados por su madre, Gladion aún sentía una profunda soledad en su corazón. Era como si la oscuridad del pasado aún lo acechara, recordándole que nunca podría escapar completamente de las heridas que había sufrido.

En momentos de silencio, cuando la calma nocturna envolvía a Pueblo Po, Gladion se sentía perdido y sin rumbo. La sensación de vacío lo abrumaba, como si estuviera flotando en un mar sin fin, sin un puerto seguro al que regresar.

Gladion se sentía atraído por la idea de ser un bebé de nuevo, de dejar atrás los pesados recuerdos y responsabilidades que habían marcado su infancia. En la oscuridad de su habitación, rodeado de peluches y juguetes, se permitía ser vulnerable, sin miedo a ser juzgado o rechazado.

El chupete se convirtió en su objeto de confort, un símbolo de la inocencia que había perdido años atrás. Mientras lo chupaba, se sentía transportado a un mundo donde no existían el dolor ni el sufrimiento, solo la paz y la tranquilidad.

Las noches se convirtieron en su refugio, momento en que Gladion podía dejar de ser fuerte y valiente, y simplemente ser un niño.

En una noche de luna llena, cuando las sombras bailaban en las paredes de su habitación y la luz de la luna se filtraba por las ventanas, Gladion se encontraba sumergido nuevamente en una de sus sesiones de juego. Sentado en el suelo, rodeado de juguetes y peluches, su rostro se iluminó con una sonrisa pueril, nunca antes vista en él, mientras jugaba con su amado peluche de Pikachu. Con su chupete de color negro firmemente sujeto en su boca, comenzó a reír y balbucear como un auténtico bebé.

El peluche de Pikachu era su compañero favorito de juego, y un regalo que su madre le había dado en su infancia. Gladion lo abrazaba con fuerza, haciendo que el peluche "hablara" con una vocecita alta y aguda.

—¡Pika, pika! ¡Chuuu!
Decía Gladion, imitando el sonido de aquel pokémon.

Mientras jugaba, Gladion se olvidaba de todos sus problemas y preocupaciones. Se sentía libre y sin inhibiciones, como si volviera a una época en la que no debía preocuparse por nada.

En ese momento, Gladion no era más que un niño pequeño, sin preocupaciones ni miedos. Solo él, su amado peluche y la alegría de jugar y ser libre.

La noche era oscura y silenciosa, solo interrumpida por el suave susurro del viento que se colaba por las ventanas de la casa. Guzma dormía profundamente en su habitación, junto a Plumeria, cuando de repente se despertó con un sobresalto. Escuchó risas tiernas y balbuceos que provenían de alguna parte de la casa.

El bebé del Team Skull || Agere TBDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora