Stanford Pines.
No me importa lo que sea Stanford Pines para los demás.
Para mí, Stanford Pines es la razón de una de mis mil locuras. Es como un hogar.
Nunca me había sentido tan seguro como me siento con él. El puede entenderme a la perfección.
Es lo que le faltaba a mi vida, es lo que le faltaba a este demonio incomprendido.
Solo tengo sed de poder, y se que el es capaz de entenderme.Si me ama, se quedará conmigo, ¿no? Nunca abandonas a alguien a quien realmente amas.
El es quien me hace sentir como si fuera un humano de verdad. Como si mis "pies" tocaran el suelo.
No tengo debilidades, pero Ford ahora es una de ellas.
Al menos Bill pensaba que aún haciendo todo el mal del mundo, Ford se tomaría el tiempo de entenderlo y apoyarlo, porque así eran los seres humanos, ¿no?
Vulnerables, y más si se trataba del amor.
Pero Ford era diferente a los humanos que el había conocido a lo largo del tiempo.
Cuando se enteró de sus planes, solo pudo gritarle a su cara.
Ford tocaba su corazón por arriba de la tela de su ropa. Como si en cualquier momento pudiera verlo quebrarse.
No lo entendía. ¿Por qué Ford no lo estaba apoyando? ¿Por qué no lo estaba respetando como los demás seres humanos podrían hacerlo?
"¡Ford, espera! Aún me quedan alegrías para darte."
Pero para eso, Ford ya había dado la vuelta en el, cerrando ese portal antes de que pudiera hacer algo. Lo último que pudo saber de él fue... absolutamente nada.
Y así... dejó de entender sus mañanas.