1.

126 6 1
                                    

Complicaciones. Demasiadas complicaciones. Vivimos en un mundo en el que todo es demasiado complicado. Claro está, que esas complicaciones las ponemos nosotros. ¿Quién podría decir que me iba a enamorar de él? Yo ya tenía novio, y yo le quería. Hasta que él y yo nos conocimos. Todo se fue al garete. No quería conocer a nadie más, sólo a él. Pero...por otra parte, ¿qué pasaría con mi novio? Y, ¿con mi mejor amiga? Pues no lo sé, pero todo se volvió muy complicado.

Nicole
-Date prisa, que llegamos tarde- dice mi madre, mientras me bebo el último sorbo del café.

-Ya voy...- esa impaciencia de mi madre me volvía loca.

Dejo el café en la encimera de la cocina. Pero no me dio tiempo a mirarme al espejo por última vez. Mi madre me tira del brazo, y me sacó de la casa tan rápido como pudo.
Afuera hace un calor horrible. Me meto en el coche. Mi madre entra unos instantes después, y me apretó la mano.

-No hagas nada raro, ¿vale?- dice, mientras me dedica una sonrisa.

Le devuelvo el gesto, y le suelto la mano. La verdad, pasar el verano en casa de mi mejor amiga, será un buen plan, así no tendré que soportar las "sobreprotecciones" de mi madre.

-De verdad, se que soy pesada, pero Danny es tu novio. No hagas nada para dañarle, ¿sí?- me recuerda mamá.

Danny. Mi novio. Le quiero demasiado, siempre está ahí para mi. No creo que haga nada malo para hacerle daño. Tampoco le voy a poner los cuernos.

Hace mucho que no veo a Beth. Nos conocemos desde que apenas teníamos 6 años, y siempre ha sido una chica bonita y con mucha energía. No creo que me vuelva homo de repente. Pero si lo dice, será por algo.

Cuando llegamos a la estación, salgo del coche rápidamente, evitando ese espacio tan pequeño. Cojo mi maleta, y me dirijo a la puerta de la estación, con mi madre pisándome los talones. Atravieso las enormes puertas de cristal, y entro en el interior. Esa estación siempre me ha fascinado. Cuando éramos pequeñas, Beth y yo jugábamos mucho aquí. Eran buenos tiempos.

Hasta que se mudó a Washington. Ya no estábamos casi nunca juntas, pues sólo quedábamos de vez en cuando.

-¡Nicole!- una voz me saca de mis pensamientos. Es Danny.

-¡Hola!- corro hacia él, e, inesperadamente, le planto en beso en los labios a modo de saludo. Me parece un detalle muy bonito que haya venido a despedirse de mi a la estación. No nos vamos a ver en 3 meses... Eso no me da muy buena espina, ya que es universitario, y vive en una fraternidad dónde se celebran demasiadas fiestas. Fiestas en las que hay demasiadas chicas vestidas como fulanas, dispuestas a todo.

-Te voy a echar de menos...- dice besándome apasionadamente. Eso ha sido algo incómodo.

-Y yo a ti, bebé- digo, sabiendo que ese apelativo cariñoso le vuelve loco.

Mi madre nos observa con el ceño fruncido. No debe ser muy cómodo para ella estar ahí, viendo como nos distraemos. Me separo de Danny lentamente, mientras miro el reloj.

-Creo que nos da tiempo a tomar un café- les digo, guiñándole un ojo a Danny. Me sonríe. Está muy guapo. Lleva un pantalón de chándal y una camiseta azul, y no sé cómo hace para estar siempre guapo. La verdad, no tengo ni idea de cómo me las arreglé para que un universitario se enamorara de mí. Aún sigo sin creérmelo. Salgo de mis pensamientos, y les incito a dirigirnos al Starbucks de la estación.

En cuanto nos sentamos, comenzamos a hablar de lo de siempre, planes del futuro, noticias y demás. De vez en cuando, mientras me bebo el café, pillo a Danny observándome. A veces incluso veo deseo en sus ojos.

<<¿Qué?>>

Al terminar el café, me levanto de la mesa, dispuesta a ir al baño.

-Voy al servicio- anuncio.

-Te acompaño- dice Danny. Le miro con expresión interrogativa, pero enseguida, tal vez por su pícara sonrisa, sé lo que pretende. Miro a mi madre, pero sigue leyendo el periódico, así que no se percata de ello.

Simplemente, Te Quiero [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora