En busca de un héroe

Capítulo 3: Literatura sin sentido

Izuku los estaba mirando.

Cada vez que se movían, él se tensaba, preparándose para pelear. Cada vez que sus ojos se dirigían hacia él, intentaba descifrar qué emoción sentían hacia él. Y aunque las únicas emociones que podía percibir eran el miedo de la chica y la vacilación de la mujer, eso no significaba que esas emociones pudieran cambiar por capricho en algo más malévolo. Así que era mejor estar en guardia hasta que pudiera averiguar dónde estaba. Supuso que todavía estaba en la Tierra debido a que la mujer rubia usaba un Don. Pero hasta que supiera dónde estaba o cómo podía llegar a casa.

Todos eran enemigos hasta que se demostrara lo contrario

"Espero que se den cuenta de que sus acciones no se tomarán a la ligera. Ustedes dos se ponen a sí mismos y a otros en grave peligro", los reprendió la rubia.

Izuku se quedó en silencio y decidió observar a la mujer mientras caminaba de un lado a otro por la habitación. La chica, por otro lado, decidió hacer exactamente lo contrario. "Ellos empezaron", refutó infantilmente.

Izuku giró la cabeza para mirarla con una pequeña mirada, esperando que ella entendiera que necesitaba estar callada. En cambio, la chica se alejó de él arrastrando los pies. ¿Realmente era tan aterrador? No había podido ver bien lo mucho que había resultado dañado su disfraz. Todo lo que sabía era que sus botas parecían garras y sus manos como garras. También sabía que sus guantes de la Fuerza Aérea todavía funcionaban de alguna manera, aunque ligeramente dañados.

Las palabras de la chica resultaron ser las incorrectas, ya que la mujer se burló y continuó regañándolos. "Miren, si fuera por mí. Ambos se irían a casa con una palmadita en la espalda..." La chica miró hacia arriba, la esperanza era evidente en sus ojos mientras Izuku hizo una mueca cuando dijo a casa. "Y una palmada en la muñeca". Terminó antes de golpear la mesa con su fusta donde estaban sus manos. La chica retiró las manos antes de que la fusta pudiera golpearla y gritó fuerte. Izuku no se movió y la fusta se estrelló contra sus manos enguantadas. Siseó con un ligero dolor, sintiendo el escozor. "Pero hay alguien a quien le gustaría conocerlos a ustedes dos".

Izuku levantó la vista y vio a un hombre muy alto y de mediana edad entrar por la puerta. Tenía el pelo plateado alborotado y unos ojos castaños y finos que lo observaban desde detrás de unas gafas de cristal. En sus manos sostenía un plato de galletas y una taza que contenía algún tipo de líquido, pero a juzgar por el olor, supuso que era chocolate caliente. El aire que rodeaba al hombre le dijo a Izuku todo lo que necesitaba saber. Este era el hombre al mando.

-Ruby Rose -el hombre se inclinó y miró a la chica como si la estuviera estudiando-. Tienes ojos plateados -reflexionó. La chica, Ruby, levantó una ceja, insegura de lo que estaba sucediendo. Un sentimiento con el que Izuku podía identificarse. El hombre pronto se giró para mirarlo, echándole un vistazo, como si intentara desarmarlo para averiguar qué lo motivaba. Finalmente, retrocedió y señaló una tableta que la mujer sacó-. Entonces, ¿dónde aprendieron ustedes dos a hacer esto?

Se mostró un clip de Ruby luchando contra los matones con esa guadaña gigante. Y aunque Izuku no confiaba en ella, podía admitir que era extremadamente impresionante. Esa experiencia de lucha debe haber llevado años perfeccionarse. La mujer luego pasó la pantalla de la tableta, mostrándolo usando Blackwhip para aferrarse a esa extraña aeronave y... Vaya. Ahora entendía por qué la chica parecía tenerle tanto miedo. Dios, parecía un monstruo.

Izuku se quedó en silencio. Su mente recordó su teoría del viaje en el tiempo. Si eso era cierto, probablemente estaría en el futuro. La Luna rota habría estado en su clase de historia. Y en cuanto a los edificios, podría estar en algún lugar como Inglaterra. Los edificios allí normalmente se veían así, ¿verdad? Y la gente aquí hablaba inglés. Pero si estaba en el futuro, All for One podría estar gobernando el mundo, por lo que decirle al hombre que venía de UA probablemente era un deseo de muerte. Entonces, por ahora, permaneció en silencio y continuó observando sus alrededores.