𝙏𝙀 𝙎𝙄𝙀𝙉𝙏𝙊 | Edmund Pevensie

19

— CHAPER NINETEEN —
the shadows and him

~♥︎~

CAMINÉ UN PAR DE PASOS DETRÁS DE LOS REYES recién llegados, ambos admiran la estructura del barco con suma atención. Lo que más distrajo a Lucy fue la estatua tallada con oro sobre una de las paredes con el rostro y melena perteneciente al majestuoso león.
Yo también me había quedado como estúpida mirándolo, como para no hacerlo con semejante representación.
Edmund admiró los cuadros pintados a mano de sus hermanos, y cuando Lucy encontró el arco y la flecha de Susan, Caspian señaló el armario detrás mío con el mentón.

—Lucy, mira —Caspian llamó su atención.

La niña volteó despacio, mirando al rey antes de que el mismo me señalara. Con una sonrisa feliz, abrí la caja con cuidado para dejar a simple vista las armas pertenecientes a la reina.

—¡Mi poción sanadora y mi daga! —Lucy me miró sorprendida, se acercó de inmediato para poder tomarlas—. ¿Puedo?

—Por supuesto, son tuyas —asentí extendiendo la caja hacia ella.

—¡La espada de Peter! —la voz de Edmumd sonó detrás mío, volteé despacio para verlo admirando la espada guardada dentro de un armario con ventanas que la dejan a simple vista.

—Sí, la he guardado como prometí —Caspian abrió la puerta y tomó la dichosa arma, tendiéndola hacia Edmund—. Ten, sostenla si quieres.

—Oh, no —Edmund negó con rapidez, empujando la empuñadura de la espada hacia Caspian con educación—. Es tuya, Peter te la dio a ti.

Caspian lo observó por un segundo, diría que bastante sorprendido por las palabras del rey. Parpadeó segundos antes de retirar la espada y caminar hacia atrás, alegando que tenía algo perteneciente a Edmund.
Abrí la boca con diversión al verlo sacar la famosa linterna que había portado hace un... tres años atrás. El objeto fue lanzado hacia el rey, Edmund la tomó en el aire con la misma expresión divertida que yo, incluso casi suelta una risa.
Presionó el botón para encenderla, fue mi turno de reír cuando se encandiló por la luz cegadora de la linterna en medio de la cara, me sorprende que todavía le anden las pilas.

—Caspian, ¿qué tal si hablamos de por qué estás en medio del océano? —intervine entrelazando las manos detrás de mi espalda baja.

—Oh, claro —Caspian asintió, lo observé tomar un mapa para extenderlo sobre la mesa central—. Bueno, primero deseo ponerlos en contexto de este último tiempo. Desde que lideramos la última batalla, todo ha ido para mejor, sorprendentemente.

Caspian comenzó a hablar sobre las rendiciones de las distintas partes de Narnia que apoyaban a los telmarinos, si tengo que relatar todo lo que habló, estaría en la mierda porque no escuché nada, ni siquiera estoy escuchando ahora. Veo que mueve la boca pero lo único que escucho es bla, bla, bla, bla, bla y más bla.
Desvié la mirada hacia el mapa, trazando las líneas frente a mí con aburrimiento, todo esto lo sé porque me lo contó ayer, volver a escucharlo es casi una tortura.

—¿Paz? —la exclamación de Edmund a mi lado me asustó.

—En solo tres años —Caspian asintió con orgullo.

—Y... —volteé hacia Lucy al escucharla hablar—. ¿Has encontrado una reina en esos tres años?

Fruncí el ceño al notar su raro comportamiento; aspecto tímido, sonrisa tonta y tomó un mechón de su cabello castaño para pasarlo detrás de su oreja. Entrecerré los ojos intentando encontrar una explicación a su repentina acción, es claro signo de un intento de coqueteo, pero, ¿de dónde viene? Y más con Caspian.
Edmund también parece haberlo notado, porque volteó la cabeza para compartir una mirada extrañada conmigo.