one last game (Lao K / Falling into your smile)

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~ Narrador Omnisciente ~ 

~ K Perspectiva ~

Lao K se despertó antes del amanecer, una sensación de inquietud instalada en su pecho. No había dormido bien, sus pensamientos girando constantemente en torno a un solo hecho: hoy era el día en que Yuqi se iría. No habían terminado su relación, pero la incertidumbre y el miedo al cambio lo mantenían en vilo.

Mientras se levantaba de la cama, intentó sacudirse esa sensación de pérdida que lo perseguía desde que Yuqi le había contado sobre su decisión de irse a Corea. Sabía que era algo importante para ella, y había prometido apoyarla, pero no podía evitar sentir que una parte de él se estaba quedando atrás.

Yuqi aún dormía, su rostro tranquilo en la suave luz del amanecer. Lao K se quedó quieto por un momento, observándola, grabando cada detalle en su memoria. Sabía que no debía pensar en esto como una despedida definitiva, pero su corazón no dejaba de latir con fuerza ante la idea de no tenerla cerca todos los días.

Finalmente, con un suspiro, se inclinó para despertarla suavemente.

—Yuqi... —susurró, acariciando su mejilla—. Es hora de levantarse.

Ella abrió los ojos lentamente, parpadeando mientras se despertaba. Al verlo, le sonrió con esa calidez que siempre lograba tranquilizarlo, aunque solo un poco.

—Buenos días —murmuró, estirándose—. ¿Listo para hoy?

—Lo intentaré —respondió, forzando una sonrisa que no alcanzó sus ojos.

Ambos se prepararon en silencio, el ambiente cargado con lo no dicho. Cada movimiento que hacían se sentía más pesado, como si cada minuto que pasaba los acercara más al momento inevitable. Lao K no podía evitar la sensación de que algo precioso se le estaba escapando entre los dedos, y por más que intentaba mantener la calma, esa sensación no desaparecía.

Finalmente, con las maletas listas, salieron de la casa. Lao K cerró la puerta detrás de ellos con un clic que le pareció más final de lo que debería haber sido. El viaje al aeropuerto fue en su mayoría silencioso. Yuqi intentó hacer un poco de conversación, pero él solo respondía con monosílabos, su mente enredada en un torbellino de pensamientos y emociones.

—K... —dijo Yuqi suavemente, mirándolo de reojo mientras conducía—. Todo estará bien, ¿sabes?

Él asintió, pero no se permitió mirarla. No quería que ella viera el conflicto interno que lo atormentaba.

"Todo estará bien," se repitió en su mente. Pero en su corazón, las dudas persistían. ¿Cómo podrían estar bien cuando todo lo que había conocido con ella estaba a punto de cambiar? Sabía que la apoyaría, que haría lo posible por mantener su relación viva a pesar de la distancia, pero el miedo a perderla era abrumador.

Al llegar al aeropuerto, estacionaron el auto y se dirigieron a la terminal. Cada paso hacia la entrada era un recordatorio de lo que estaba a punto de suceder. Lao K mantenía su mano entrelazada con la de Yuqi, aferrándose a ella como si al hacerlo pudiera detener el tiempo.

Cuando llegaron al área de facturación, se detuvieron. Lao K soltó un largo suspiro, tratando de aliviar la opresión en su pecho. Se dio la vuelta para mirar a Yuqi, que lo observaba con una mezcla de tristeza y preocupación.