5. Explosión (cap largo)

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Las siguientes noches fueron difíciles. La paranoia lo perseguía, cada vez se hacía más difícil descansar causando que su pie se recuperara más lento debido al mal descanso. Las siguientes noches siempre habían voces a lo lejos, cuando la esfera azul a lo alto mostraba el ocaso, Sanji se estremecía.

- ... Ugh... Ya basta... - Comenzaba a murmurar cada vez que las voces se infiltraban en sus oídos, en la cama se revolcaba intentando callarlos aunque supiera que cualquier intento sería en vano. Todos los malos momentos volvían a reproducirse en su cabeza, la diferencia era que, en cada escenario se encontraba cada uno de los Mugiwaras, ya sean de la actualidad o cuando fuesen pequeños, ahí estaban con su rostro completamente inentendible de lo borroso que era; aún así se sentía observado... Lo que nunca cambiaba era que... su madre siempre estaba ahí presente, aquella mujer por la que Sanji ha derramado más lágrimas de las que puede recordar, aquella mujer la cual tiene la mitad del corazón de Sanji en su pecho...

" ¡Sanji! ¡Ven y juega con nosotros! "

- Cállense... -

" ... A él le gusta quedarse en casa... "

- Mentira... -

" Mamá se ha ido... Ya no eres un niño de mamá "

- ... Yo no soy un niño de mamá... -


Lo que normalmente hacía que sus emociones se alteraran y se quebrara por completo, su dolor, era aquella mujer, la cual parecía como una niña, y él, simplemente parecía su pequeño juguete.

" Sanji, mi niño... Ven aquí... "

- No... Tú no eres mi madre... -

" Ven... Ven con mamá... Ven al paraíso a soñar para siempre conmigo... "

- ¡NO, JAMÁS LO INTENTARÍA DE NUEVO! ¡YA DÉJENME! - Rápidamente de la cama pegó un brinco, al intentar escapar de aquella cabaña que parecía que cada vez se encogía robándole el aire, su tobillo se dobló causándole un dolor agudo que lo tumbó al piso, aún que el dolor fuera muy agudo su desesperación y paranoia eran mayores.

- ¿Sanji? - Habló un Usopp somnoliento con la nariz torcida, Sanji lo había pisado sin intención alguna, en cuanto pudo mirar el rostro del cocinero se asustó. Estaba tan pálido, sudoroso y desorientado al mismo tiempo que temía que le estuviera pasando algo mortal - ¡Pero qué, Sanji, Sanji! - Tomaba sus hombros y los sacudía para que pudiera entrar en razón.

Su corazón estaba completamente acelerado, su visión estaba completamente cubierta por toda aquella vida que había pasado antes, y que desde hace un buen rato, lo ha estado persiguiendo y atormentando. Cuando piensa que ya lo ha superado vuelve a recaer en lo mismo, niega ayuda que le brindan los demás para evadir el sentimiento de ser una carga para sus compañeros; no quiere preocupar a nadie, quiere que todos lo vean bien, quiere que lo vean en serio feliz y no quisiera mostrar el propósito para lo que supuestamente había sido creado. Las voces de varios de los Nakamas comenzaban a aparecer, lo malo es que sus voces estaban distorsionadas, no entendía bien qué le estaban tratando de decir.

Lo primero en lo que pensó luego de tanto tiempo estar delirando fue en cigarrillos... Quería distraer su cerebro...

- ¡SANJI, REACCIONA! - Fue lo último que escuchó el cocinero viniendo del capitán, en cuanto reaccionó todos se quedaron en silencio esperando alguna respuesta de él. Sus ojos azulados y medio cristalinos se posaron automáticamente en una cajetilla de cigarros que tenía Nami, en caso de que no reaccionara tomaria uno y lo encendería...

MAMA'S BOY (Sanji Angst)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora