"Embrujada".
Obito suspiró frustrado mientras empujaba una pequeña piedra con su pie, esa mañana no pudo llegar a tiempo a clase así que el profesor le prohibió entrar, aun cuando ya habían pasado horas, continuaba enojado.
No volvió a casa, no quería llegar y desplomarse en los brazos de su abuelita, lloriqueando por no llenar sus expectativas.
Odiaba los comentarios de los adultos cada vez que iban a visitar su casa, siempre comprándolo con otros Uchiha cuyos nombres ni siquiera podía recordar, tontos que dependen de unos ojos mágicos.
Tontos que tienen un sharingan...
Su puño se movió, conmocionado por la horda de emociones solo para estampar se contra un árbol.
De inmediato se arrepintió por el agudo dolor. Sus mejillas se enrojecieron antes de poder gritar.
-¡Ay, ay, ay, ay! -gimió sin reparos.
No podía no reírse al recordarlo, si hubiera visto su propia cara en ese momento la hubiera guardado como su expresión de dolor más fuerte.
Él no se vio, pero ella si.
-No debes hacer eso. -una femenina voz le llamó, Sheyla.
Su rostro pasó de rojo por el dolor a rojo por la vergüenza.
-¡No tienes por qué meterte! -respondió bruscamente, cruzando los brazos mientras intentaba ocultar su incomodidad.
Había visto a esa niña antes, siempre pegada a Kakashi como un chicle, era literalmente un chicle con esos cabellos rosas y el aroma a dulces.
Sus cejas estaban arrugadas y prácticamente estaba enojada, Obito podía entender el motivo.
-No estoy metiéndome, solo me preocupa que termines rompiéndote la mano en vez de ese árbol -replicó con suavidad mientras se acercaba a él-. Además, si te lastimas, no podrás ir a la escuela, otra vez.
Su boca se abrió formando una pequeña "o" ¿Ella sabía de su existencia? Quiso replicar, pero no tuvo idea de lo que debía decir.
Evitó establecer contacto visual.
-¿Estas triste? ¿Tú casa también esta embrujada?
-¿Embrujada? -preguntó al instante.
Ladeó la cabeza por instinto sintiéndose desorientado. Embrujada repitió mentalmente, no estaba seguro de que podría significar eso en ese contexto.
Era cierto que le asustaba bajar de su cama para ir por un vaso de agua en las noches, o que se escondía debajo de las sábanas cuando el viento soplaba fuerte. Aun asi en su casa no había fantasmas ni nada fuera de lo normal.
-No tienes que seguir ahí, ¿sabes? -Sheyla le dijo, como si acabara de descubrir un secreto que solo ella entendía-. Si tu casa está embrujada, puedes venir a vivir conmigo en el bosque, entre los árboles grandes. Nadie nos encontrará.
Obito la miró, perplejo, mientras Sheyla seguía con su teoría infantil. Era extraño hablar con alguien que no lo miraba con lástima o indiferencia, sino que parecía genuinamente interesada en su mundo, por muy extraño que fuera.
Arqueó una ceja, sorprendido por la seriedad en sus palabras, sonaba como una propuesta genuina ente sería, de escapar a un lugar donde nadie pudiera decirle qué debía ser.
La idea era tan absurda que casi le pareció increíble, como esas historias que a veces escuchaba de pequeños héroes que se escondían en cuevas para evitar a los monstruos.
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𝐕𝐈𝐋𝐋𝐀𝐈𝐍 -. Obito Uchiha.
FanfictionUCHIHA OBITO | Si me lo pidieras, lo daría todo por hacerte sonreír. ¿Podrías ser mía esta noche?